09.02.2015 Views

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Quiero decir —prosiguió Marion alegremente— que es un continente<br />

encadenado. (Tribune, pensó Anna; o quizás <strong>el</strong> Daily Worker.)— Deben tomarse<br />

medidas inmediatas para restaurar la fe de los africanos en la justicia, si no es ya<br />

demasiado tarde. — (El New Statesman, pensó Anna.)— En fin, la situación debe<br />

ser examinada exhaustivamente en interés de todos. — (El Manchester Guardian,<br />

en momentos de crisis aguda.)— ¡Pero, Anna, no comprendo tu actitud! ¿Seguro<br />

que reconoces que hay algo que no funciona — (El Times, en un editorial<br />

publicado una semana después de la noticia sobre <strong>el</strong> fusilamiento de veinte<br />

africanos por la administración blanca, que, además, encarc<strong>el</strong>ó a otros cincuenta<br />

sin juicio.)<br />

—Marion, ¿qué te ha dado<br />

Marión se inclinaba ad<strong>el</strong>ante ansiosamente, pasándose la lengua por sus<br />

labios sonrientes y parpadeando con avidez.<br />

—Mira, si quieres intervenir en la política de África, hay unas organizaciones<br />

de las que puedes hacerte miembro. Tommy lo debe saber.<br />

—Pero los pobres inf<strong>el</strong>ices, Anna... —dijo Marión, en tono de gran<br />

reprobación.<br />

Anna pensó: «La mentalidad política de Tommy, antes d<strong>el</strong> accidente, había<br />

llegado mucho más allá de... "los pobres inf<strong>el</strong>ices"... De modo que su mente ha<br />

sido afectada seriamente o...». Anna guardó silencio, considerando por vez primera<br />

que <strong>el</strong> cerebro de Tommy podía haber resultado dañado.<br />

—¿Te ha dicho Tommy que vinieras a pedirme la dirección de la cárc<strong>el</strong> d<strong>el</strong><br />

señor Mathlong, para que tú y él pudierais mandar paquetes de comida y cartas de<br />

consu<strong>el</strong>o a los pobres prisioneros Él sabeI perfectamente que nunca llegarían a la<br />

cárc<strong>el</strong>, aparte todo lo demás.<br />

Los ojos castaños y brillantes de Marión, fijos en Anna, no la veían. Su<br />

sonrisa de muchacha iba dirigida a una amiga encantadora, pero terca.<br />

—Tommy ha dicho que tus consejos podrían ser útiles. Y que los tres<br />

podríamos trabajar juntos para la causa común.<br />

Anna, al empezar a comprender, se enojó. Dijo, en voz alta, con sequedad:<br />

—Hace años que Tommy no ha pronunciado la palabra causa más que<br />

irónicamente. Si ahora la usa...<br />

—Pero, Anna, ¡eso suena tan cínico! No parece que venga de ti.<br />

—Olvidas que todos nosotros, Tommy incluido, hemos estado metidos en <strong>el</strong><br />

ambiente de las buenas causas desde hace años, y te aseguro que si hubiéramos<br />

pronunciado la palabra con ese respeto tuyo, nunca hubiéramos conseguido nada.<br />

Marion se puso de pie. Daba la impresión de sentirse extremadamente<br />

culpable, astuta y encantada consigo misma. Entonces, Anna comprendió que<br />

Marion y Tommy habían hablado de <strong>el</strong>la, y decidieron salvar su alma. ¿Para qué Se<br />

sentía extraordinariamente enojada. El enojo era desproporcionado con r<strong>el</strong>ación a<br />

lo sucedido, se daba perfecta cuenta de <strong>el</strong>lo; y por eso sentía más terror.<br />

346

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!