09.02.2015 Views

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

el-cuaderno-dorado_dorislessing

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—¿Cuántas veces hemos hecho lo mismo, muy preocupadas, y luego no hay<br />

ninguna gran guerra<br />

Me he dado cuenta de que le preocupaba otra cosa. Por fin me ha confesado<br />

que había sido amiga íntima de los hermanos Forest. Cuando «desaparecieron» —<br />

se supone— en Checoslovaquia, <strong>el</strong>la fue a la Oficina central en busca de<br />

información, y allí dijeron que no había motivo para preocuparse, pues estaban<br />

haciendo un trabajo importante para <strong>el</strong> Partido. Ayer se supo que estuvieron tres<br />

años en la cárc<strong>el</strong> y que acababan de ser puestos en libertad. Entonces, ayer mismo,<br />

Molly volvió a la Oficina central, preguntó si sabían que los hermanos estaban en la<br />

cárc<strong>el</strong>, y resultó que lo habían sabido desde <strong>el</strong> principio. Después de contarme la<br />

historia, me planteó:<br />

—Estoy pensando en dejar <strong>el</strong> Partido.<br />

—¿Por qué no esperas a que las cosas mejoren Al fin y al cabo, todavía<br />

están borrando las secu<strong>el</strong>as d<strong>el</strong> período de Stalin.<br />

—¡Pero si tú misma dijiste la semana pasada que ibas a dejarlo! En fin, se lo<br />

he dicho a Hal. Sí, he visto al jefe en persona y le he dicho: «Los malos han muerto<br />

todos, ¿no Stalin, Beria y demás. Así, pues, ¿por qué seguís como antes». Me ha<br />

contestado que se trataba de permanecer al lado de la Unión Soviética en caso de<br />

ataque. Ya sabes, lo de siempre. Yo le he preguntado: « ¿Y qué me dices de los<br />

judíos en la Unión Soviética». A lo que ha replicado que sólo era una mentira<br />

capitalista. « ¡Por Dios no, no volváis con lo mismo!», he exclamado. Y al final me<br />

ha soltado una conferencia, muy amable y calmado, sobre la necesidad de no<br />

dejarse vencer por <strong>el</strong> pánico. De repente, me ha parecido que o yo estaba loca o<br />

eran todos <strong>el</strong>los los locos. Le he dicho: «Mira, una de dos: os metéis en la cabeza<br />

que tenéis que aprender a decir la verdad y dejaros de todo ese cuento de la<br />

conspiración y demás mentiras, o no va a quedar ni un solo miembro d<strong>el</strong> Partido».<br />

Me ha sugerido que encontraba muy natural mi excitación al enterarme de que<br />

unos amigos míos habían estado en la trena. De pronto, me he dado cuenta de que<br />

empezaba a excusarme, a mostrar una actitud defensiva hacia mí, pese a estar<br />

segura de que era yo quien tenía razón, y no él. ¿No lo encuentras curioso, Anna<br />

Un minuto más y le habría presentado disculpas a él. Pero he logrado controlarme a<br />

tiempo. Me he marchado a toda prisa, y una vez en casa he tenido que tumbarme<br />

en la cama de lo agitada que estaba.<br />

Micha<strong>el</strong> ha venido tarde. Le he contado lo que había dicho Molly, y él ha<br />

preguntado:<br />

• ¿Y tú vas a dejar <strong>el</strong> Partido<br />

Parecía como si lo lamentara, a pesar de todo. Luego ha añadido, con<br />

sequedad:<br />

• ¿Te das cuenta, Anna, de que cuando tú y Molly habláis de abandonar <strong>el</strong><br />

Partido, parece como si se sobreentendiera que<br />

inmediatamente vais a caer en un marasmo de torpeza moral Y, no<br />

obstante, la realidad es que millones, literalmente millones de seres<br />

normales, perfectamente normales, han salido d<strong>el</strong> Partido... si no les han<br />

asesinado antes... Y lo han hecho a causa de los asesinatos, d<strong>el</strong> cinismo, d<strong>el</strong><br />

horror y de la traición que dejaban tras de sí.<br />

—Quizás eso es lo que menos importa.<br />

261

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!