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262 Kozel, Grossi, Moroni (coords.) / El imaginario antiimperialista en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

Educativas. De esta manera, ambos participaron en el desarrollo de<br />

Cuncuna, la colección de libros infantiles de la editorial, y de Cabrochico,<br />

publicación semanal dedicada a los niños.<br />

Cuncuna fue la primera colección chilena de literatura infantil<br />

nacional e internacional, en volúmenes ilustrados por dibujantes locales,<br />

bajo el lema: “Carita de pena no queda ninguna, lágrimas en<br />

risa convierte Cuncuna”.<br />

Cabrochico se propuso como una alternativa a los discursos que<br />

–aun hoy– reproducen otras publicaciones de su tipo. En el primer<br />

número, se presentaba como una “real revista para los niños chilenos”<br />

con la intención de “entregar al sector infantil una escala de<br />

valores nuevos, cuyo ambiente sea exclusivamente Chile y no el de<br />

otros países con costumbres y tensiones totalmente diferentes a las<br />

nuestras […] pretende romper definitivamente con la alienación y el<br />

proceso de influencia negativa que ejerce el sistema sobre las mentes<br />

infantiles”. Así, en sus páginas el dueño del Gato con Botas desarrolla<br />

su conciencia social y decide entregar a los desposeídos el castillo<br />

conseguido mediante engaños, un niño aprende que los árboles<br />

también sienten dolor, Caperucita pasea por el bosque entonando<br />

las estrofas de Venceremos y una niña discute el lugar de la princesa<br />

en los cuentos de hadas.<br />

De manera paralela al desarrollo de Quimantú, Dorfman ideó<br />

un “sonriente personaje que había concebido como mi máxima<br />

contribución para impedir el golpe militar, mi arma secreta contra<br />

la CIA” (1998: 42). Es una anécdota que narró en diferentes lugares<br />

muchas veces: la mañana del 11 de septiembre de 1973 Dorfman<br />

no concurrió a La Moneda porque debía asistir a una reunión en la<br />

Televisión Nacional para discutir el proyecto de una serie animada,<br />

“Susana, la semilla”:<br />

“[…] la había concebido como una respuesta al paro de los transportistas<br />

o, para ser más preciso, como una manera de enfrentar uno de<br />

los efectos más destructivos de esta huelga: al bloquear con camiones<br />

las carreteras principales de Chile, habían quedado miles de toneladas<br />

de fertilizantes a punto de pudrirse en los puertos, lo que amenazaba<br />

la cosecha del año siguiente […] Conjuré la historia locuaz,<br />

deliciosa, sexy, de Susana, una semilla que se moría de soledad en

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