13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

-¿No dice usted que hay una especie <strong>de</strong> escuadra?<br />

-Una escuadra en toda regla. [267]<br />

-¿Pues <strong>de</strong> qué sirven esos barcos, señor mío -dije <strong>de</strong> muy mal talante-, si permiten<br />

que se escape... ese?<br />

-Quizás no se escape.<br />

-¿De qué sirve la escuadra? -añadí con la más viva inquietud-. ¿Quién es el almirante<br />

que la manda? Yo quiero ver a ese almirante, quiero hablar con él...<br />

-Nada más fácil; pero dudo...<br />

-Me ocurre que si hay capitulación, será más fácil atraparle...<br />

-¿Al almirante?<br />

-No; a... a ese.<br />

-Sin duda. En tal caso se quedaría tranquilo en Cádiz, al menos por unos días.<br />

-Bien, muy bien. Si hay capitulación, arreglo, perdón <strong>de</strong> vidas y libertad para todos...<br />

Señor Con<strong>de</strong>, aconsejaremos al Príncipe que capitule... ¡pero qué tonterías digo!<br />

-Está patente en su espíritu <strong>de</strong> usted la obsesión <strong>de</strong> ese asunto.<br />

-¡Oh!, sí; no puedo pensar en otra cosa. El caso es grave. Si no consigo apo<strong>de</strong>rarme<br />

<strong>de</strong> ese hombre... no sé... creo que me costará la vida.<br />

-Yo también le aborrezco... ¡Hombre maldito!... Pero le cogeremos, señora. Me<br />

pongo al servicio <strong>de</strong> este gran propósito con la sumisión [268] <strong>de</strong> un esclavo. ¿Acepta<br />

usted mi cooperación?<br />

Al <strong>de</strong>cir esto me besaba la mano.<br />

-La acepto, sí, hombre generoso y leal, la acepto con gratitud y profundo cariño.<br />

Al <strong>de</strong>cir esto, yo ponía en mi semblante una sensibilidad capaz <strong>de</strong> conmover a las<br />

piedras, y en mis pestañas temblaba una lágrima.<br />

-Y entonces -añadió Montguyon con voz turbada-, cuando nuestro triunfo sea<br />

seguro, ¿podré esperar que el hueco que se me <strong>de</strong>stina en ese corazón no sea tan<br />

pequeño?<br />

-¿Pequeño?<br />

-Si es evi<strong>de</strong>nte, por confesión <strong>de</strong> él mismo, que ya tengo una parte en sus sublimes<br />

afectos, ¿no puedo esperar...?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!