13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

-El cual, o yo soy incapaz <strong>de</strong> sacramento, o está en la Trinidad Calzada.<br />

Pipaón abrió su boca todo lo que su boca podía abrirse y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> permanecer<br />

buen rato haciendo competencia a las carátulas <strong>de</strong> mármol que <strong>de</strong> antiguo existen en los<br />

buzones <strong>de</strong>l correo, repitió con asombro:<br />

-¡En la Trinidad Calzada!<br />

- XI -<br />

El padre Alelí amenizó la comida con su charla, que habría sido la más sabrosa <strong>de</strong>l<br />

mundo, si por efecto <strong>de</strong> los muchos años no tuviera la cabeza tan <strong>de</strong>svanecida y<br />

<strong>de</strong>scua<strong>de</strong>rnada que todo era <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n y divagaciones en sus discursos. Sucedía que el<br />

buen señor empezaba a contar una cosa, y sin saber cómo se escurría fuera <strong>de</strong>l tema<br />

principal y pasando <strong>de</strong> un inci<strong>de</strong>nte a otro hallábase a lo mejor a cien leguas <strong>de</strong>l punto<br />

adon<strong>de</strong> quería ir. Era hombre que antes <strong>de</strong> llegar a la <strong>de</strong>crepitud, tuvo una memoria<br />

fresquísima y una chispa especial para contar cosas pasadas y presentes; pero estaba ya<br />

tan débil <strong>de</strong> cascos que <strong>de</strong> aquel recordar prodigioso y <strong>de</strong> aquel arte admirable [111]<br />

para la narración ya no quedaba más que una facundia <strong>de</strong>shilvanada, un chorrear <strong>de</strong><br />

i<strong>de</strong>as y palabras, y un grandísimo enfado si alguien le interrumpía o intentaba llamarle<br />

al or<strong>de</strong>n.<br />

-Puesto que queréis conocer el caso <strong>de</strong>l <strong>de</strong>mocracio que se ha metido por las puertas<br />

<strong>de</strong> mi celda -dijo al principiar la comida-, os lo voy a contar como se <strong>de</strong>ben contar las<br />

cosas, con todos sus pelos y señales. Empecemos por don<strong>de</strong> <strong>de</strong>be empezarse. Pues<br />

señor... iba yo por la calle <strong>de</strong> Carretas arriba, y al llegar a la esquina <strong>de</strong> Maja<strong>de</strong>ritos veo<br />

que viene hacia mí un elefante con los brazos abiertos. Era para causar espanto a<br />

cualquiera la acometida <strong>de</strong> aquel monstruo con sotana y manteo; pero yo que conozco a<br />

mis fieras me <strong>de</strong>jé abrazar y le abracé también con mucho gozo. «¿Cómo va? Bien, ¿y<br />

tú, gigantón?»... En fin, para no cansar, era Juan Nicasio Gallego. Ya sabéis que fue<br />

discípulo mío en Salamanca don<strong>de</strong> leí sagrados cánones por los años <strong>de</strong> 792 a 794. Era<br />

entonces Nicasio el jayán más guapote que había salido <strong>de</strong> la tierra <strong>de</strong>l garbanzo; sus<br />

disposiciones eran gran<strong>de</strong>s, tan gran<strong>de</strong>s como su pereza, y hubiéramos tenido en él un<br />

acabado canonista si no cayera en la tentación <strong>de</strong> enamorarse <strong>de</strong> Horacio y Virgilio,<br />

fomentadores <strong>de</strong> la holgazanería. [112] El bribón <strong>de</strong> Melén<strong>de</strong>z le tomó mucho cariño, y<br />

lo mismo el calzonazos <strong>de</strong> Iglesias que fabricó su reputación con chascarrillos... Yo<br />

digo que si Iglesias no se llega a morir a los treinta y ocho años hubiera puesto el<br />

Breviario en epigramas... Pero sigo contando con or<strong>de</strong>n. Quedamos en que una tar<strong>de</strong><br />

paseábamos por el Zurguén el maestro Peláez, Melén<strong>de</strong>z, Gallego y yo. Por aquellos<br />

días había venido la noticia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>gollación <strong>de</strong> Luis XVI, y estábamos consternados,<br />

muy consternados, atrozmente consternados. A mí no me digan, ¿hay en la historia<br />

antigua ni mo<strong>de</strong>rna un crimen tan atroz?...<br />

-Por vida <strong>de</strong> Sancho Panza -dijo D. Benigno riendo- que eso se parece al cuento <strong>de</strong>l<br />

hidalgo y el labrador... ¿A dón<strong>de</strong> va usted a parar con sus divagaciones, ni qué tiene que<br />

ver Luis XVI con el poeta zamorano?...

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!