13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-Yo no me someto, yo no me someto -afirmó Garrote con voz <strong>de</strong> trueno-. Si Jep <strong>de</strong>ls<br />

Estanys, Caragol, Pixola, Rafi y los <strong>de</strong>más quieren someterse, háganlo en buen hora:<br />

ellos se enten<strong>de</strong>rán con su conciencia. Al hacerlo habrán visto <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> sí la balanza<br />

que tiene en uno <strong>de</strong> sus platos el ascenso y en otro el verdugo. ¡Mal <strong>de</strong>monio harto <strong>de</strong><br />

rábanos! a mí [250] no me sobornan las charreteras ni me asusta la horca... Cuando mi<br />

conciencia me acuse me fusilaré yo mismo. Yo no me someto... Aquí hay mucha, pero<br />

muchísima inmundicia... Esto da náuseas.<br />

-Somos militares y <strong>de</strong>bemos obediencia al Rey -dijo el oficial con brío.<br />

Garrote clavó en él una mirada centelleante; apretó los dientes: la piel verdosa <strong>de</strong> sus<br />

sienes y <strong>de</strong> su cara vibró como si los tendones y venas fueran alambres sacudidos por la<br />

<strong>de</strong>scarga eléctrica.<br />

-¡Obediencia! -exclamó sacando <strong>de</strong> su volcánico pecho palabras como rugidos-. ¿A<br />

quién?... ¡Ah! señor oficial... yo no obe<strong>de</strong>zco más que a Dios que fortalece mi brazo y<br />

afila mi espada para que <strong>de</strong>fienda su religión santa contra los jacobinos. Yo no<br />

obe<strong>de</strong>zco más que a mi conciencia que me manda no reconocer dueño alguno mientras<br />

no se siente en el trono <strong>de</strong> San Fernando el príncipe elegido por Dios para restablecer<br />

los santos principios <strong>de</strong>l gobierno cristiano... Veo que mira usted mis charreteras... ¡Ah!<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hoy las consi<strong>de</strong>ro como una <strong>de</strong>shonra... No puedo servir a dos señores... Fuera <strong>de</strong><br />

mí, insignias <strong>de</strong> vilipendio que me parecéis diabólicos emblemas <strong>de</strong> un or<strong>de</strong>n masónico.<br />

Y se arrancó con salvaje fuerza las charreteras. [251] Su mano como una garra tiró<br />

tan violentamente que rasgó el paño <strong>de</strong> la levita y mostró la camisa en los hombros.<br />

Después arrojó contra la pared las insignias, gritando:<br />

-¡Fuera <strong>de</strong> mí!... No quiero pertenecer a este rebaño <strong>de</strong> miserables... Des<strong>de</strong> hoy soy<br />

libre, combatiré solo, combatiré por la Fe y por el verda<strong>de</strong>ro Trono allá en mis benditas<br />

montañas don<strong>de</strong> jamás se conoció la traición.<br />

El oficial se levantó.<br />

-Nada tengo que hacer aquí -manifestó con <strong>de</strong>sabrimiento afirmándose el chacó en la<br />

cabeza-. Por fortuna los jefes principales <strong>de</strong>l movimiento conocen lo <strong>de</strong>scabellado y<br />

ridículo <strong>de</strong> sostenerlo más tiempo, y ya han dicho que <strong>de</strong>pondrán las armas.<br />

-Cada cual -dijo Garrote mirando al oficial con <strong>de</strong>sdén- es dueño <strong>de</strong> meterse en lodo<br />

hasta el cuello.<br />

El oficial hizo una profunda reverencia y se retiró. El ruido <strong>de</strong> sus pasos no se había<br />

extinguido en la escalera, cuando Garrote se acercó a la puerta y gritó: -¡Zugarramundi!<br />

El hombre velludo tan parecido a un oso pirenaico, apareció en la puerta: era <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

antaño feroz satélite y ayudante <strong>de</strong>l furibundo coronel. En las guerras <strong>de</strong> partidas era su<br />

jefe <strong>de</strong> Estado Mayor.<br />

-Nos vamos en seguida -le dijo el jefe. [252]<br />

-¿A dón<strong>de</strong>?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!