13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

El atleta no quiso <strong>de</strong>sempeñar el indigno papel <strong>de</strong> cachetero que en aquella<br />

repugnante contienda doméstica se le <strong>de</strong>signaba, y todo quedó en tal estado. Después<br />

riñó D. Felicísimo con Doña María <strong>de</strong>l Sagrario, con la criada, con Tablas, y a todos les<br />

mandó que se fuesen a la calle y le <strong>de</strong>jaran solo, pues para vivir entre espías o traidores,<br />

prefería estar solo con el leal y <strong>de</strong>sinteresado gato. El buen señor <strong>de</strong>sahogaba su cólera<br />

sonándose, sonándose fuerte y repetidamente, y aquel furioso trompeteo resonaba en la<br />

casa como las cornetas <strong>de</strong> un llamamiento militar. No era en verdad ilusión que los<br />

frágiles tabiques <strong>de</strong> la casa temblaran como las murallas <strong>de</strong> Jericó, porque durante el ir y<br />

venir <strong>de</strong> la gente en el momento <strong>de</strong>l berrinchín, el piso se estremecía <strong>de</strong> tal [360] modo<br />

y con tan amenazadora trepidación, que los expulsados tomaban con gusto la puerta.<br />

Por la tar<strong>de</strong>, y cuando no se habían aplacado aún los irritados espíritus <strong>de</strong>l agente<br />

eclesiástico, entró a verle Salvador Monsalud. D. Felicísimo lo recibió con<br />

<strong>de</strong>sabrimiento.<br />

-Le he mandado venir a usted -dijo tomando el pie <strong>de</strong> cabrón y dando con él fuerte<br />

porrazo sobre la mesa-, para comunicarle noticias muy <strong>de</strong>sagradables acerca <strong>de</strong> nuestro<br />

amigo el Sr. D. Carlos Navarro. Usted, jí, jí, se tomó por él tanto interés cuando aquella<br />

diablura <strong>de</strong> su encierro en la cárcel <strong>de</strong> Villa, que no dudo en acudir a usted, ahora que el<br />

insigne guerrero <strong>de</strong>l Altísimo se halla en un trance mucho más peligroso.<br />

Oyó Salvador con notorio interés estas palabras, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> manifestar que no<br />

había favorecido a Navarro por simpatías carlinas, sino por consi<strong>de</strong>raciones <strong>de</strong> gratitud<br />

y <strong>de</strong> amistad absolutamente personales, rogó a Carnicero no ocultara nada <strong>de</strong> lo que al<br />

digno soldado <strong>de</strong>l Altísimo ocurría. El vejete se revolvía en su asiento. Tomando y<br />

<strong>de</strong>jando con las inquietas manos, este o el otro papel, porque estaban sus nervios en<br />

completa anarquía, dijo así:<br />

-Ya llegará la hora <strong>de</strong> esos canallas, ya llegará, ¡vive Cristo! Ahora, al amparo <strong>de</strong> esa<br />

sombra <strong>de</strong> Rey, bailan sobre nuestras costillas; pero los papeles se truecan, jí... Figúrese<br />

usted que el bravo D. Carlos partió hacia Navarra para conferenciar con Santos Ladrón<br />

y otros valientes capitanes, la buena gente, la gente sana, la gente <strong>de</strong> Dios. Pues bien,<br />

hubo una algarada <strong>de</strong> voluntarios realistas en Viana, por impaciencias tontas y celo mal<br />

entendido. El Virrey (14) <strong>de</strong> Navarra mandó contra ellos una columna. La columna no<br />

<strong>de</strong>rrotó a nadie... como siempre; pero cogió a D. Carlos, que estaba en el convento <strong>de</strong><br />

frailes franciscos, jí, jí, y juntamente con un sobrino <strong>de</strong> Santos Ladrón y un capuchino, a<br />

quien sorprendieron haciendo cartuchos, le llevaron a Estella. Se formó sumaria; dieron<br />

parte a Madrid, y este Gobierno cobar<strong>de</strong> y rastrero ha mandado hoy, hoy mismo, jí, ha<br />

mandado que sean pasados por las armas el señor D. Carlos, el sobrino <strong>de</strong> Santos<br />

Ladrón y el capuchinito <strong>de</strong> los cartuchos. He sabido todos estos pormenores por un<br />

oficial <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> la Guerra, que nos pertenece en cuerpo y alma, y no hay duda<br />

alguna, jí, <strong>de</strong> que la execrable or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l Ministro irá, lo más tar<strong>de</strong>, por el correo <strong>de</strong><br />

mañana.<br />

-Es un <strong>de</strong>plorable inci<strong>de</strong>nte -dijo Salvador meditabundo-; pero no po<strong>de</strong>mos negar al<br />

Gobierno el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa. Usted, que tanto [361] po<strong>de</strong>r tiene, ¿no podrá evitar esa<br />

catástrofe, aunque sólo sea en la parte que a nuestro <strong>de</strong>sgraciado amigo correspon<strong>de</strong>?<br />

-¿Yo?... -chilló Carnicero, en tono <strong>de</strong> lástima <strong>de</strong> sí mismo-. ¿Yo? Bueno está el ramo<br />

<strong>de</strong> Guerra en los tiempos que corren para que yo pueda lograr... Usted, usted...

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!