13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-Murió pobre y olvidado <strong>de</strong> todo el mundo -manifestó Sola, triste por la memoria y<br />

gozosa al mismo tiempo por una circunstancia que <strong>de</strong>spertaría tal vez interés hacia ella<br />

en el ánimo <strong>de</strong> aquellos señores tan serios-. Sabiendo quién soy y recordando la<br />

veracidad y honra<strong>de</strong>z <strong>de</strong> mi padre, tengo mucho a<strong>de</strong>lantado en la opinión <strong>de</strong><br />

Vuecencias.<br />

-Seguramente.<br />

-Y darán crédito a lo que diga.<br />

-El pertenecer a una familia que se distinguió siempre por su aborrecimiento a las<br />

noveda<strong>de</strong>s constitucionales, es aquí la mejor <strong>de</strong> las recomendaciones. [189]<br />

-Pues bien, señores -dijo Soledad animándose más-, yo diré a Vuecencias muchas<br />

cosas que ignoran en el asunto <strong>de</strong> D. Benigno Cor<strong>de</strong>ro.<br />

-Anote usted, licenciado... En efecto, siempre me han parecido algo oscuros los<br />

hechos <strong>de</strong> ese endiablado asunto <strong>de</strong> Carnero...¿no es Carnero?... No, Cor<strong>de</strong>ro. Tengo la<br />

convicción <strong>de</strong> su culpabilidad; pero...<br />

-¡Oh! señor -dijo Soledad con viveza-, precisamente yo vengo a <strong>de</strong>cir que el Sr. D.<br />

Benigno y su hija son inocentes.<br />

Chaperón, que iba en camino <strong>de</strong> la ventana, dio una rápida vuelta sobre su tacón,<br />

como los muñecos que giran en las veletas al impulso <strong>de</strong>l viento.<br />

-¡Inocente! -exclamó arrugando todas las partes arrugables <strong>de</strong> su semblante, que era<br />

su modo especial <strong>de</strong> manifestar sorpresa.<br />

Lobo <strong>de</strong>jó la pluma y bajó sus anteojos.<br />

-Sí señor, inocente - repitió Sola.<br />

-Oye, tú -añadió Chaperón-. ¿Habrás venido aquí a burlarte <strong>de</strong> nosotros?...<br />

-No señor, <strong>de</strong> ningún modo -repuso la huérfana temblando-. He venido a <strong>de</strong>cir que el<br />

Sr. Cor<strong>de</strong>ro es inocente.<br />

-Cor<strong>de</strong>ro... inocente... Inocente... Cor<strong>de</strong>ro... ¡Qué bien pegan las dos palabrillas,<br />

[190] eh! -dijo el Comisario militar con la bufonería horripilante que le aseguraba el<br />

primer puesto en la jerarquía <strong>de</strong> los <strong>de</strong>monios judiciales.<br />

Se había acercado a la joven, casi hasta tocar con sus botas marciales las rodillas <strong>de</strong><br />

ella, y cruzando los brazos y arrugando el ceño, la miraba <strong>de</strong> arriba abajo<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñosamente, como pudiera mirar el can a la hormiga. Soledad elevaba los ojos para<br />

po<strong>de</strong>r ver la tenebrosa cara suspendida sobre ella como una amenaza <strong>de</strong>l cielo. Su<br />

convicción y su abnegación dábanle algún valor, por lo cual, <strong>de</strong>safiando la siniestra<br />

figura, se expresó <strong>de</strong> este modo:

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!