13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

quisieran lloriquear un poco. Después cantó entre dientes, apartando la ropa que iba a<br />

repasar.<br />

D. Benigno salió a la huerta y <strong>de</strong> la huerta al campo, porque necesitaba dar un paseo<br />

largo que sirviera <strong>de</strong> expansión a su alma. Iba por en medio <strong>de</strong> los olivos cuando oyó la<br />

voz <strong>de</strong> Alelí que <strong>de</strong>cía:<br />

-Benigno, ¿dón<strong>de</strong> estás? [254]<br />

La espesura <strong>de</strong> los árboles no permitía que se vieran.<br />

-¿Dón<strong>de</strong> está usted, padre Monumento?<br />

-Hijo, aquí estoy. Este enemigo malo, esta buena pieza <strong>de</strong> Jacobito me ha traído a<br />

estos andurriales para que viera un nido y aquí estoy en una zanja <strong>de</strong> don<strong>de</strong> no puedo<br />

salir.<br />

Acercose Cor<strong>de</strong>ro a don<strong>de</strong> la voz sonaba y vio a su venerable amigo en lo más bajo<br />

<strong>de</strong> una hondonada que el terreno hacía. Jacobito se había subido a los hombros <strong>de</strong>l<br />

fraile, montando a horcajadas sobre su cuello, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquella eminencia alargaba la<br />

mano con un palo queriendo alcanzar el nido.<br />

-Mírame aquí sirviendo <strong>de</strong> caballería al bergante <strong>de</strong> tu hijo... Lobezno, si coges el<br />

nido o lo rompes te tiro al suelo. No espolees, verdugo, que me rompes una clavícula.<br />

Benigno, por Dios, quítame este jinete y ayúdame a salir <strong>de</strong>l hoyo.<br />

-Abajo, abajo, atrevido, insolente chiquillo -dijo D. Benigno riendo-. ¿Pues qué,<br />

nuestro amigo es campanario?<br />

Desmontose el muchacho y Alelí, libre <strong>de</strong> tan molesto peso y ayudado <strong>de</strong> Cor<strong>de</strong>ro,<br />

salió <strong>de</strong>l atolla<strong>de</strong>ro en que estaba. Arreglándose el hábito, tomó <strong>de</strong> la mano a su amigo y<br />

le dijo así:<br />

-Ya me acuerdo <strong>de</strong> lo que tenía que <strong>de</strong>cirte. [255] Vaya con mi memoria que está<br />

dando vueltas como una veleta y tan pronto apunta al Norte como al Sur. ¿Sabes lo que<br />

tenía que <strong>de</strong>cirte? Pues era que se susurra que Su Majestad napolitana está otra vez en<br />

cinta. Como salga varón ¡quién verá la cara que ponen mis señores los apostólicos!<br />

-Eso me lo ha dicho usted catorce veces durante el viaje, tío Engarza-Credos.<br />

-Dale bola, es verdad -repitió Alelí pegando en el suelo-. Pues no era eso. Era que...<br />

¿qué era?<br />

Después <strong>de</strong> una larga pausa diose un palmetazo en la frente y agarrando a D.<br />

Benigno por la solapa tiró <strong>de</strong> él y le dijo:<br />

-Ya lo pesqué... ya di con mi i<strong>de</strong>a... ¡Cómo se escapan las i<strong>de</strong>as! Oye tú, D. Sábelo<br />

Todo. ¿Quién es Monsieure Servet?<br />

D. Benigno miró al cielo.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!