13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-No, tengo que marcharme. Hoy he <strong>de</strong> hacer muchas visitas... Gracias, señora... ¿Es<br />

usted la que llaman Soledad? Debo advertirle una cosa que le consolará mucho: hay una<br />

dama que se interesa por usted... Ahí fuera está... No la han <strong>de</strong>jado entrar; pero me<br />

encarga diga a usted que hará todo lo posible para evitar una <strong>de</strong>sgracia... ¡Qué señora<br />

tan angelical, qué corazón <strong>de</strong> oro!... ¿Y el ancianito dón<strong>de</strong> está?... Anímese usted, buen<br />

hombre. Ya, ya me han dicho que está <strong>de</strong>mente.<br />

Oyose entonces una voz sorda e inarticulada, que parecía expresar amargo <strong>de</strong>sprecio.<br />

[273]<br />

-¿Está en el suelo el pobre hombre? -añadió Alelí, tanteando suavemente con su<br />

palo-. Me parece que le siento roncar... Si todos tuvieran el buen abogado que este<br />

tiene... ¡Su <strong>de</strong>mencia le salvará!... Adiós, hijos míos, no puedo <strong>de</strong>tenerme... mañana será<br />

más larga la visita.<br />

Retirose y los dos presos quedaron solos todo el día. Al anochecer les interrogaron.<br />

Después volvieron a quedar solos, ella muda y recogida, Patricio taciturno a ratos y a<br />

ratos poseído <strong>de</strong> furor que con ninguna especie <strong>de</strong> consuelos podía calmar su<br />

compañera. Tampoco aquella noche durmieron gran cosa, y al día siguiente que era el<br />

1.º <strong>de</strong> Setiembre volvió el padre Alelí, a quien el carcelero <strong>de</strong>jó encerrado <strong>de</strong>ntro.<br />

-Hoy puedo <strong>de</strong>dicar a mis amigos un ratito -dijo <strong>de</strong>jándose conducir por Soledad a la<br />

silla-. Ya estoy... Gracias, señora... Me han dicho que es usted muy simpática... En estos<br />

cavernosos cuartos no se ve nada... ¿Y el pobre tonto cómo se encuentra?<br />

-¡Quieres <strong>de</strong>jarnos en paz, endiablado frailón! -gritó una voz ronca, irritada,<br />

temblorosa, que parecía ser la voz misma <strong>de</strong> la oscuridad que había tomado la palabra.<br />

El padre Alelí sintió cierto terror. [274]<br />

-¡Jesús, María y José! -exclamó santiguándose-. Verda<strong>de</strong>ramente esta no es casa <strong>de</strong><br />

orates. Todo sea por Dios.<br />

-Abuelito Sarmiento -dijo Soledad acariciando al anciano que arrojado a sus pies<br />

estaba-. No es propio <strong>de</strong> persona cortés y bien educada como tú, el tratar así a un<br />

sacerdote.<br />

-¡Que se vaya <strong>de</strong> aquí!... ¡Que nos <strong>de</strong>je solos! -gruñó el fanático, arrastrándose como<br />

un tigre enfermo-. ¿Qué busca aquí el frailucho? ¿qué quiere?<br />

-¡Ave María purísima!...<br />

-Si al menos nos trajera buenas noticias...<br />

-Buenas las traigo para usted...<br />

-A ver, a ver... -dijo D. Patricio incorporándose <strong>de</strong> improviso.<br />

-Usted será absuelto libremente.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!