13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-No, no es eso.<br />

-Hace un rato que sentí ese olor -afirmó la madre aba<strong>de</strong>sa husmeando el aire-. ¿No<br />

siente usted?<br />

-Fuego hay en el convento, pero es un fuego que no se ve.<br />

-¿Qué me dice usted, señora?<br />

-Dentro <strong>de</strong>l convento ha entrado esta noche un hombre.<br />

-Usted sueña, hermana... Pues no me queda duda... ¿No siente usted olor a quemado?<br />

-Será que en las murallas han encendido alguna hoguera... Cuando pasan cosas<br />

graves, cuando el convento está profanado, <strong>de</strong>shonrado por la infamia y el sacrilegio, no<br />

conviene pensar en fruslerías.<br />

La aba<strong>de</strong>sa se levantó.<br />

-¡Un hombre! Eso no pue<strong>de</strong> ser -dijo con espanto.<br />

Y al punto se puso a temblar.<br />

-Un hombre, sí. ¿No sé yo lo que es un hombre?<br />

-¿En dón<strong>de</strong>?<br />

-En la celda <strong>de</strong> una religiosa.<br />

La aba<strong>de</strong>sa cesó <strong>de</strong> temblar y empezó a reír. El caso le parecía tan absurdo, tan<br />

inverosímil; estaba a<strong>de</strong>más tan acostumbrada a los ridículos [231] terrores <strong>de</strong> Sor María<br />

Montserrat, que no pudo permanecer seria.<br />

-Si a la aba<strong>de</strong>sa <strong>de</strong> esta comunidad -dijo la <strong>de</strong>latora- le falta valor para llamar a la<br />

puerta <strong>de</strong> la celda don<strong>de</strong> se está consumando el horrendo sacrilegio, yo lo haré. No temo<br />

nada, no me importa que un asesino...<br />

La monja no pudo continuar porque fue acometida <strong>de</strong> una tos muy fuerte.<br />

-¡Oh!... sí, parece que hay humo aquí -dijo en tono <strong>de</strong> alarma.<br />

Las dos monjas se acercaron a la reja que daba al altar mayor <strong>de</strong> la iglesia.<br />

-¡Humo, humo!<br />

Esta exclamación brotó a su tiempo <strong>de</strong> una y otra garganta. A la in<strong>de</strong>cisa luz <strong>de</strong> la<br />

lámpara veíase una como niebla espesa que envolvía los abigarrados oropeles <strong>de</strong>l altar<br />

churrigueresco.<br />

Las dos monjas corrieron <strong>de</strong> aquella reja a otra que al claustro daba.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!