13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-No sé cuándo volveré. Quizás vuelva pronto, quizás mañana, quizás nunca...<br />

Escribiré [<strong>20</strong>8] al abuelo diciéndole lo que <strong>de</strong>be hacer. Adiós...<br />

Y dirigiéndole una mirada cariñosa, se limpió las lágrimas, y había bajado<br />

rápidamente la escalera y había <strong>de</strong>saparecido ¡Santo Dios! como un ángel que se dirige<br />

al cielo por el camino <strong>de</strong>l mundo.<br />

-¿Será posible que haya salido hoy para Inglaterra? -se preguntaba D. Patricio<br />

apretándose el cráneo con las manos para que no se le escapara también-. ¡Pero cómo, si<br />

aquí está toda su ropa, si no ha hecho equipaje, si en la cómoda ha <strong>de</strong>jado todo su<br />

dinero!... ¿Pues adón<strong>de</strong> ha ido entonces?... «Quizás vuelva pronto, quizás mañana,<br />

quizás nunca...». Nunca, nunca.<br />

Y repetía esta <strong>de</strong>sconsoladora palabra, como un eco que <strong>de</strong> su cerebro salía a sus<br />

labios. Otro motivo <strong>de</strong> gran confusión para él era que Soledad había <strong>de</strong>spedido a la<br />

criada el día anterior. Estaba, pues, el viejo solo, enteramente solo, encerrado en la<br />

espantosa jaula <strong>de</strong> sus tristes pensamientos, que era como una jaula <strong>de</strong> fieras. Pasaba <strong>de</strong>l<br />

sentimentalismo más patético a la <strong>de</strong>sesperación más rabiosa, y si a veces secaba sus<br />

lágrimas <strong>de</strong>spaciosamente, otras se mordía los puños y se golpeaba el cráneo contra la<br />

pared. En los momentos <strong>de</strong> exaltación [<strong>20</strong>9] recorría la casa toda <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la sala a la<br />

cocina, entraba en todas las piezas, salía para volver a entrar, daba vueltas, y tropezaba<br />

y caía y se levantaba. Como entrara en la alcoba <strong>de</strong> Sola, vio su ropa y abalanzándose<br />

sobre ella hizo con febril precipitación un lío y oprimiéndolo contra su pecho, cual si<br />

fuera el cuerpo mismo <strong>de</strong> la persona amada y fugitiva, exclamó así con lastimero<br />

acento:<br />

-Ven acá, paloma... ven acá, niña <strong>de</strong> mi corazón... ¿Por qué huyes <strong>de</strong> mí? ¿por qué<br />

huyes <strong>de</strong>l pobre viejo que te adora? Ángel divino, ángel precioso <strong>de</strong> mi guarda cuya<br />

hermosura no puedo comparar sino a la <strong>de</strong> la diosa <strong>de</strong> la Libertad, circundada <strong>de</strong> luz y<br />

sonriendo a los pueblos; adorada hija mía, ¿en dón<strong>de</strong> estás? ¿no oyes mi voz? ¿no oyes<br />

que te llamo? ¿no ves que me muero sin ti? ¿no te sacrifiqué mi gloria?... ¡Ay!... Mi<br />

<strong>de</strong>stino, mi glorioso <strong>de</strong>stino me reclama ahora, y no puedo ir, porque sin ti soy un<br />

miserable y no tengo fuerzas para nada. Contigo al suplicio, a la gloria, a la<br />

inmortalidad, a los Elíseos Campos; sin ti a la muerte oscura, a la ignominia. Sola, Sola<br />

<strong>de</strong> mi vida, ¿en dón<strong>de</strong> estás? Dímelo, o revolveré toda la tierra por encontrarte.<br />

Esto <strong>de</strong>cía cuando llamaron fuertemente a la puerta. Corrió a abrir más ligero que<br />

una [210] liebre... No era Sola quien llamaba, eran seis hombres, que sin fórmula alguna<br />

<strong>de</strong> cortesía se metieron <strong>de</strong>ntro. Uno <strong>de</strong> ellos soltó <strong>de</strong> la boca estas palabras:<br />

-¿No es éste el viejo Sarmiento que predicaba en las esquinas?... Echadle mano,<br />

mientras yo registro.<br />

-¡Ah!... -exclamó D. Patricio algo confuso-. ¿Son uste<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la policía?... Sí, yo<br />

recuerdo... conozco estas caras.<br />

-Procedamos al registro -dijo solemnemente el que parecía jefe <strong>de</strong> los corchetes-.<br />

Toda persona que se encuentre en la casa, <strong>de</strong>be ser presa. Cuidado no se escape el<br />

abuelo.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!