13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-Nuestra cuita es la misma -exclamó Don Benigno sintiéndose consolado con la<br />

<strong>de</strong>sgracia ajena-. Yo también me aburro y me <strong>de</strong>sespero y me quemo la sangre sólo por<br />

una [350] firma.<br />

-¡Qué ministros!<br />

-Están intrigando para arrancar al Rey un codicilo que dé la corona a D. Carlos.<br />

-¡Qué menguados hombres!... ¡Que una nación esté en tales manos...!<br />

-Y según los vientos que corren, barástolis, lo estará para in eternum. La consigna <strong>de</strong><br />

esa gente es que el Rey se muere hoy. Parece que han sobornado al Altísimo.<br />

-Es gracioso.<br />

-Ya tratan a D. Carlos <strong>de</strong> Majestad.<br />

-Lo creo. Será Rey. Vamos progresando. ¿Piensa usted emigrar?<br />

-¿Yo? -dijo Cor<strong>de</strong>ro sorprendido-. Si triunfa ese partido brutal lo sentiré mucho,<br />

porque en fin, tengo i<strong>de</strong>as liberales... algo ha leído uno en autores filosóficos...<br />

-Sí, ya sé que lee usted a Rousseau. Rousseau dice: «no hay patria don<strong>de</strong> no hay<br />

libertad». ¿Piensa usted emigrar?<br />

-Emigrar no, porque no me mezclo en política. Viviré retirado <strong>de</strong> estos trapicheos<br />

<strong>de</strong>jándoles que <strong>de</strong>strocen a su antojo lo que todavía se llama España, y con ellos se<br />

llamará como Dios quiera. Un padre <strong>de</strong> familia no <strong>de</strong>be comprometerse en aventuras<br />

peligrosas. Usted...<br />

-Yo no soy padre <strong>de</strong> familia ni cosa que lo valga -dijo el otro <strong>de</strong>jando traslucir<br />

claramente [351] una pena muy viva-. No tengo a nadie en el mundo. No hay casa, ni<br />

hogar, ni rincón que guar<strong>de</strong>n un poco <strong>de</strong> calor para mí; soy tan extranjero aquí como en<br />

Francia; soy esclavo <strong>de</strong> la tristeza; no tengo en <strong>de</strong>rredor mío ningún elemento <strong>de</strong> vida<br />

pacífica; la última ilusión la perdí radicalmente; vivo en el vacío; no tengo, pues, otro<br />

remedio, si he <strong>de</strong> seguir existiendo, que lanzarme otra vez a las aventuras <strong>de</strong>sconocidas,<br />

a los caminos peligrosos <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a política, cuyo término se ignora. Mi antigua<br />

vocación <strong>de</strong> revolucionario y conspirador, que estaba amortiguada y como vencida en<br />

mí, vuelve a nacer ahora, porque el freno que le puse se ha roto, porque la vocación<br />

nueva con que traté <strong>de</strong> matar aquella se ha convertido en humo. Hay que volver al humo<br />

pasado, a las locuras, a la lucha, a las i<strong>de</strong>as, cuya realización, por lo difícil, toca los<br />

límites <strong>de</strong> lo imposible.<br />

D. Benigno le oía con estupor. Habíanse internado en uno <strong>de</strong> aquellos laberintos<br />

hechos con tijeras, que parecen <strong>de</strong>coraciones teatrales construidas para una sosa<br />

comedia galante o para una opereta <strong>de</strong> Metastasio. Solitarias y placenteras estaban las<br />

callejuelas y las bovedillas ver<strong>de</strong>s. Nadie podía oírles allí. Salvador no puso trabas a su<br />

lengua y se expresó <strong>de</strong> este modo: [352]

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!