13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Y salió sin añadir una palabra. Pipaón, que era hombre <strong>de</strong> muy pocos hígados como<br />

se habrá podido observar en otras partes <strong>de</strong> esta historia, se quedó perplejo, pero<br />

afectaba la in<strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> un valiente que medita las atrocida<strong>de</strong>s que ha <strong>de</strong> hacer,<br />

Chaperón dijo:<br />

-No se <strong>de</strong>cida nada sobre esas dos causas. Qué<strong>de</strong>nse para otro día.<br />

Un diablillo menor entró muy gozoso, diciendo a su jefe:<br />

-Acabamos <strong>de</strong> recibir una gran noticia <strong>de</strong> la Superinten<strong>de</strong>ncia. Rafael Seudoquis ha<br />

sido preso en Val<strong>de</strong>moro. Esta noche llegará a Madrid.<br />

-¡Suceso provi<strong>de</strong>ncial! -exclamó D. Francisco [257] con júbilo-. Cayó el principal<br />

pez. Vea usted, Sr. Pipaón, <strong>de</strong> qué manera vamos a salir pronto <strong>de</strong> dudas. Sobre ese sí<br />

que no habrá dimes y diretes. Apunte usted, Lobo... horca ¡tres veces horca!<br />

-Saldremos <strong>de</strong> dudas -indicó Pipaón <strong>de</strong>cidiéndose a aflojar la hebilla <strong>de</strong> su collarín<br />

metálico, cuya presión se le hacía insoportable-. Ese hombre es la provi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> mis<br />

amigos.<br />

- XXI -<br />

Decir cuánto pa<strong>de</strong>ció el magnánimo espíritu <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Comisión Militar en<br />

aquellos días fuera imposible. Había en el fondo, muy en el fondo <strong>de</strong> su alma, perdido<br />

entre el légamo <strong>de</strong> los más perversos sentimientos, un poco <strong>de</strong> equidad o rectitud.<br />

Verdad es que esta virtud era un diminuto corpúsculo, un ser rudimentario, como las<br />

móneras <strong>de</strong> que nos habla la ciencia; pero su pequeñez extraordinaria no amenguaba la<br />

po<strong>de</strong>rosa fuerza expansiva <strong>de</strong> aquel organismo, y a veces se la veía exten<strong>de</strong>rse tratando<br />

<strong>de</strong> luchar en las tinieblas con el cieno que la oprimía, y <strong>de</strong> abrirse paso por entre la masa<br />

<strong>de</strong> yerbas inmundas y groseras [258] existencias que llenaban todo el vaso <strong>de</strong> la<br />

conciencia chaperoniana.<br />

Convencido <strong>de</strong> la inocencia <strong>de</strong> Cor<strong>de</strong>ro y <strong>de</strong> su hija, D. Francisco sentía que la<br />

mónera <strong>de</strong> su alma le gritaba con vocecita casi imperceptible que les pusiera en libertad.<br />

Sus compañeros <strong>de</strong> Comisión, aunque generalmente <strong>de</strong>liberaban y votaban por fórmula,<br />

<strong>de</strong>jándole a él toda la gloria <strong>de</strong> la iniciativa (y reservándose sólo los sueldos), opinaban<br />

también que Cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>bía ser absuelto. Los últimos escrúpulos <strong>de</strong> D. Francisco se<br />

disiparon con las <strong>de</strong>claraciones <strong>de</strong> Rafael Seudoquis, el cual, si al principio se mostró<br />

reservado, <strong>de</strong>spués por la virtud <strong>de</strong> un hábil interrogatorio capcioso, echó gran luz sobre<br />

el suceso <strong>de</strong> las cartas, <strong>de</strong>jando ver la inculpabilidad absoluta <strong>de</strong>l ten<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> encajes y<br />

<strong>de</strong> su hija.<br />

La <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> Soledad, la <strong>de</strong> Seudoquis, la opinión <strong>de</strong> todos los individuos <strong>de</strong> la<br />

Comisión Militar, las gestiones <strong>de</strong>l habilidoso Bragas y su propia conciencia (guiada<br />

esta vez por el mísero corpúsculo que crecía en el fondo <strong>de</strong> ella) <strong>de</strong>cidieron a D.<br />

Francisco a firmar la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> excarcelación, novedad inaudita en aquellas diabólicas

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!