13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-Está usted mucho más guapa que cuando vivía el Sr. Gil <strong>de</strong> la Cuadra -insinuó el<br />

viejo.<br />

-Podrá ser.<br />

-¿Se acuesta usted ya?<br />

-Antes tengo que hacer.<br />

- Pues buenas noches, porque a causa <strong>de</strong>l mucho cansancio... Perdone usted mi<br />

<strong>de</strong>scortesía; pero no lo puedo remediar; me duermo como un animal. ¡Oh gloria, oh<br />

lauros inmortales, oh libertad!... Esta cama... es tan... buena... [55]<br />

- IV -<br />

Pasando sobre treinta y cinco días, nos trasladamos con el lector al 6 <strong>de</strong> Noviembre.<br />

La plazuela <strong>de</strong> la Cebada, prescindiendo <strong>de</strong>l mercado que hoy la ocupa<br />

<strong>de</strong>sfigurándola y escondiendo su fealdad, no ha variado cosa alguna <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1823.<br />

Entonces, como hoy, tenía aquel aire villanesco y zafio que la hace tan antipática, el<br />

mismo ambiente malsano, la misma arquitectura irregular y ramplona. Aunque parezca<br />

extraño, entonces las casas eran tan vetustas como ahora, pues indudablemente aquel<br />

amasijo <strong>de</strong> tapias agujereadas no ha sido nuevo nunca. La iglesia <strong>de</strong> Nuestra Señora <strong>de</strong><br />

Gracia, viuda <strong>de</strong> San Millán <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1868, tenía el mismo aspecto <strong>de</strong> almacén<br />

abandonado, mientras su consorte, arrinconado entre las callejuelas <strong>de</strong> las Maldonadas y<br />

San Millán, parecía pedir con suplicante modo que le quitaran <strong>de</strong> en medio. La<br />

fundación <strong>de</strong> D.ª Beatriz Galindo no daba a la plaza sino podridos aleros, tuertos y<br />

llorosos ventanuchos, medianerías cojas y covachas miserables. La elegante cúpula [56]<br />

<strong>de</strong> la capilla <strong>de</strong> San Isidro, elevándose en segundo término, era el único placer <strong>de</strong> los<br />

ojos en tan feo y triste sitio.<br />

Esta plazuela había recibido <strong>de</strong> la Plaza Mayor, por donación graciosa, el privilegio<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>spachar a los reos <strong>de</strong> muerte, por cuya razón era más lúgubre y repugnante.<br />

Aquella boca monstruosa y fétida se había tragado ya muchas víctimas, y ¡cuántas le<br />

quedaban aún por tragar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquella célebre fecha <strong>de</strong> Noviembre <strong>de</strong> 1823, que<br />

ennobleció la plaza-cadalso, dándole nombre más <strong>de</strong>coroso que el que siempre ha<br />

llevado!<br />

En la mañana <strong>de</strong>l 6 estaba llena <strong>de</strong> curiosos que por las calles afluyentes entraban<br />

para ver los dos palos largos plantados en medio <strong>de</strong> tal plaza, y asistir con curiosidad<br />

afanosa a la tarea <strong>de</strong> seis hombres que se ocupaban en unir los topes <strong>de</strong> dichos árboles<br />

con un tercer ma<strong>de</strong>ro horizontal. Los corrillos eran muchos y la gente iba y venía<br />

paseando como en los preliminares <strong>de</strong> una fiesta. Veíanse hombres uniformados, otros<br />

con armas y sin uniforme, mucha gente <strong>de</strong>l populacho que por aquellos barrios abajo<br />

tiene sus albergues, y no pocas personas <strong>de</strong> la clase acomodada. Un hombre alto, seco,<br />

moreno, <strong>de</strong> ojos muy saltones, <strong>de</strong> rostro fiero y a<strong>de</strong>mán amenazador, mirar insolente,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!