13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

-También está allí; ¡ay! -replicó lúgubremente Pipaón señalando la parte <strong>de</strong> la calle<br />

que iban <strong>de</strong>jando a la zaga.<br />

-¡Qué atrocidad! Usted me engaña... Que pare el coche. Quiero entrar en casa <strong>de</strong><br />

Bringas a preguntarle...<br />

-Guarda, Pablo -dijo el cortesano <strong>de</strong>teniendo a la señora en su brusco movimiento<br />

para avisar al cochero-. El Sr. Bringas también...<br />

-¿Está allí, en el torreón?<br />

-No: a ese se le ha puesto en la <strong>de</strong> Corte.<br />

-Iznardi me dirá algo... Cochero, a casa <strong>de</strong> Iznardi.<br />

-¿Iznardi?... Ya pedí permiso para dar malas noticias, señora.<br />

-¿También él? [<strong>16</strong>0]<br />

-Y Miyar. Y la misma suerte habría tenido Marcoartú si no hubiera saltado por un<br />

balcón.<br />

-Es una iniquidad. Yo hablaré a Calomar<strong>de</strong> -manifestó con soberbia la dama,<br />

echando atrás su mantilla, como si <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l coche reinase un verano riguroso.<br />

-¡Oh!, sí, hable usted a Su Excelencia -dijo el cortesano, con aquella sonrisa traidora<br />

que ponía en su cara un brillo semejante al <strong>de</strong>l puñal asesino al salir <strong>de</strong> la vaina-. Su<br />

Excelencia <strong>de</strong>sea mucho ver a usted.<br />

-Dios maldiga a Su Excelencia y a usted -exclamó Jenara abriendo y cerrando su<br />

abanico con tanta fuerza y rapi<strong>de</strong>z que sonaba como una carraca-. Pero todavía no me<br />

ha dicho usted lo principal.<br />

-A eso voy. Nuestro amigo llegó aquí, según se supone, pues <strong>de</strong> cierto no lo sé, con<br />

recadillos <strong>de</strong> Mina, Valdés y <strong>de</strong>más brujos <strong>de</strong>l aquelarre <strong>de</strong>mocrático. Estuvo oculto en<br />

Madrid por algunos días; luego pasó a Aranjuez y a Quintanar <strong>de</strong> la Or<strong>de</strong>n para<br />

enten<strong>de</strong>rse con ciertos militares que a estas horas están también a la sombra; regresó<br />

<strong>de</strong>spués acá concertando con Bringas, Olózaga, Miyar y compañeros mártires un plan<br />

<strong>de</strong> revolución que si les llega a cuajar ¡ay mi Dios!, se <strong>de</strong>ja atrás a la <strong>de</strong> Francia...<br />

Nuestro buen amiguito [<strong>16</strong>1] se pinta solo para estas cosas, y andaba por ahí llamándose<br />

Don No sé Cuántos Escoriaza.<br />

-¿Y está usted seguro <strong>de</strong> que es él?<br />

-Seguro, seguro no. Ahora será fácil saberlo, porque el Escoriaza está en la cárcel <strong>de</strong><br />

Villa, y en la causa ha <strong>de</strong> salir su verda<strong>de</strong>ro nombre... Sigo mi cuento. Un hombre<br />

dignísimo, tan enemigo <strong>de</strong> revoluciones como amante <strong>de</strong> la paz <strong>de</strong>l reino, se enteró <strong>de</strong> la<br />

trama y avisó a Su Excelencia. Yo he visto las cartas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>nunciante que se firma El <strong>de</strong><br />

las diez <strong>de</strong> la noche, y si he <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir verdad su ortografía y su estilo no están a la altura<br />

<strong>de</strong> su realismo. Calomar<strong>de</strong> recompensó al <strong>de</strong>sconocido dándole fondos para que pudiera

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!