13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Al oír esto me quedé como mármol y enseguida me llené <strong>de</strong> ascuas. Desplegué los<br />

labios para preguntar: «¿dón<strong>de</strong> vive esa D.ª María Antonia?» pero me contuve a tiempo<br />

comprendiendo la gran torpeza que iba a cometer. Evocando toda mi <strong>de</strong>streza <strong>de</strong><br />

cómica, dije:<br />

-Así pensábamos; pero no ha podido ser.<br />

El infame pájaro se asomó a su nicho y burlándose <strong>de</strong> mí cantó la una. Yo me<br />

ahogaba, porque a mis primeras fatigas se unía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que habló aquel hombre, la<br />

inmensa sofocación <strong>de</strong> un <strong>de</strong>specho volcánico <strong>de</strong> los celos que me mataban. En mi<br />

cerebro se encajaba una corona <strong>de</strong> brasas resplan<strong>de</strong>cientes y mi corazón chorreaba<br />

sangre, herido por mil púas venenosas. Mi afán, mi <strong>de</strong>seo más vivo era mor<strong>de</strong>r a<br />

alguien.<br />

Esperé más. Canencia seguía bostezando y Mariana dormitaba. Yo sentía en mis<br />

oídos un zumbido extraño, el zumbido <strong>de</strong>l silencio nocturno que es como un eco <strong>de</strong><br />

mares lejanos, y <strong>de</strong>shaciéndome esperaba. Habría dado mi vida [242] entera por verle<br />

entrar, por po<strong>de</strong>r hablarle a solas un momento, arrojando sobre él las palabras, la furia,<br />

la hiel que se <strong>de</strong>sbordaban en mí. A ratos balbucía terribles injurias que siendo tan<br />

infames, a mí me parecían rosas.<br />

El vil pajarraco volvió a chancearse conmigo y haciendo la reverencia más<br />

pronunciada y el canto más fuerte, anunció las dos.<br />

-¡Las dos!... ¡pronto será <strong>de</strong> día! -exclamé.<br />

-Fijamente no viene ya, señora. Es que se embarca con los diputados -dijo Canencia<br />

dando a enten<strong>de</strong>r con sus bostezos que <strong>de</strong> buena gana dormiría un rato.<br />

-¿Y a qué hora se embarcan los diputados?<br />

-Al rayar el día: así se dijo anoche en el salón <strong>de</strong>l Congreso, cuando se levantó la<br />

sesión que ha durado treinta y tres horas.<br />

Estuve largo rato dudando lo que <strong>de</strong>bía hacer. Delante <strong>de</strong> mi pensamiento daba<br />

vueltas un círculo <strong>de</strong> fuego que alternativamente, en su lenta rotación, mostrábame dos<br />

preguntas; primera: ¿Y si viene <strong>de</strong>spués que yo me vaya? Segunda: ¿Y si se embarca en<br />

el muelle mientras yo estoy aquí?<br />

Yo veía pasar una pregunta, <strong>de</strong>spués otra. La segunda sustituía a la primera y la<br />

primera a la segunda en órbita infinita. Ambas tenían [243] igual claridad, ambas me<br />

<strong>de</strong>slumbraban y me enloquecían <strong>de</strong> la misma manera. Yo, que por lo general me <strong>de</strong>cido<br />

pronto, entonces dudaba. Cuando la voluntad se iba inclinando <strong>de</strong> un lado el<br />

pensamiento llamábame <strong>de</strong>l otro, y así contrabalanceados los dos, ponían a mi alma en<br />

estado <strong>de</strong> terrible ansiedad. Largo rato permanecí en esta dolorosa incertidumbre. Los<br />

minutos volaban, y acercándose aquel en que era preciso resolver <strong>de</strong>finitivamente, el<br />

silencio mismo llegó a impresionar mi cerebro como un bramido intolerable, formado<br />

por mil voces. Oía el latir <strong>de</strong> mi corazón como se oye un secreto que nos dicen al oído;<br />

mi sangre ardía, y por fin, aquella misma palpitación <strong>de</strong> mi alborotado seno fue como<br />

una voz que hablaba diciéndome: «anda, anda».

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!