13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Por la noche luego que cenaron, Sola, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> larga pausa <strong>de</strong> meditación, durante<br />

la cual su amigo la miraba como se mira a un oráculo que va a romper a hablar, dijo<br />

simplemente:<br />

-Abuelito Sarmiento; tengo que <strong>de</strong>cirte una cosa.<br />

D. Patricio sintió que su corazón bailaba como una peonza.<br />

-Pues abuelito Sarmiento -añadió Sola, mostrando que le era muy difícil <strong>de</strong>cir lo que<br />

<strong>de</strong>cía-, yo, la verdad... ¡tengo una pena, una pena tan gran<strong>de</strong>!... Si pudiera llevarte<br />

conmigo te llevaría, pero me es imposible, me es absolutamente imposible. Me han<br />

mandado ir sola, enteramente sola.<br />

D. Patricio <strong>de</strong>jó caer su cabeza sobre el pecho, y le pareció que todo él caía, como un<br />

viejo roble abatido por el huracán. Lanzó un [144] gemido como los que exhala la vida<br />

al arrancar <strong>de</strong>l mundo su raíz y huir.<br />

-Es preciso tener resignación -dijo Sola poniéndole la mano en el hombro-. Tú, en<br />

realidad, no eres hombre <strong>de</strong> mucha fe, porque con esas doctrinas <strong>de</strong> la libertad los<br />

hombres <strong>de</strong> hoy pier<strong>de</strong>n el temor <strong>de</strong> Dios, y principiando por aborrecer a los curas<br />

acaban por olvidarse <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong> la Virgen.<br />

-Yo creo en Dios -murmuró Sarmiento-. Ya ves que he ido a misa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que tú me lo<br />

has mandado.<br />

-Sí, no dudo que creerás, pero no tan vivamente como se <strong>de</strong>be creer, sobre todo<br />

cuando una <strong>de</strong>sgracia nos cae encima -dijo la huérfana con enérgica expresión-. Ahora<br />

que vamos a separamos, es preciso que mi viejecito tenga la entereza cristiana que es<br />

propia <strong>de</strong> su edad y <strong>de</strong> su buen juicio... porque su juicio es bueno, y felizmente ya no se<br />

acuerda <strong>de</strong> aquellas glorias, laureles, sacrificios, inmortalida<strong>de</strong>s, que le hacían tan<br />

divertido para los granujas <strong>de</strong> las calles.<br />

-Yo no he renunciado ni <strong>de</strong>bo renunciar a mi <strong>de</strong>stino -repuso el anciano<br />

humil<strong>de</strong>mente.<br />

-Ni aun por mí...<br />

-Por ti tal vez; pero si te vas...<br />

-Si me voy, será para volver -replicó Sola [145] con ternura-... yo confío en que el<br />

abuelito Sarmiento será razonable, será juicioso. Si el abuelito en vez <strong>de</strong> hacer lo que le<br />

mando, se entrega otra vez a la vida vagabunda, y vuelve a ser el hazme reír <strong>de</strong> los<br />

holgazanes, tendré grandísima pena. Pues qué, ¿no hay en el mundo y en Madrid otras<br />

personas caritativas que pue<strong>de</strong>n cuidar <strong>de</strong> ti como he cuidado yo? Hay, sí, personas<br />

llenas <strong>de</strong> abnegación y <strong>de</strong> amor <strong>de</strong> Dios, las cuales hacen esto mismo por oficio,<br />

abuelito, y consagran su vida a cuidar <strong>de</strong> los pobres ancianos <strong>de</strong>svalidos, <strong>de</strong> los pobres<br />

enfermos y <strong>de</strong> los niños huérfanos. A estas personas confiaré a mi pobre viejecillo bobo,<br />

para que me le cui<strong>de</strong>n hasta que yo vuelva.<br />

D. Patricio que había empezado a hacer pucheros, rompió a llorar con amargura.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!