13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

los puestos <strong>de</strong> peligro... Esta i<strong>de</strong>a, que hace tiempo tenía yo y que acabo <strong>de</strong> poner en<br />

ejecución, será la clave <strong>de</strong> esta gran guerra y la base sobre que se forme el más temido y<br />

belicoso ejército que han visto las naciones.<br />

Salvador no pudo contenerse.<br />

-No eres tú -le dijo-, quien ha hecho esas cosas, sino Zumalacárregui.<br />

Sonrió con <strong>de</strong>sdén Navarro, y como si su hermano hubiese dicho una gran necedad,<br />

le contestó <strong>de</strong> este modo:<br />

-¿Pero no sabes, pobre hombre, que ese infeliz Zumalacárregui fue hecho prisionero<br />

en la Rioja, conducido a Estella, en cuya cárcel se agravó su enfermedad <strong>de</strong>l hígado, y<br />

<strong>de</strong>spués trasportado en un carro a Pamplona? ¿No sabes que está en el hospital con un<br />

mal gravísimo, que [395] algunos tienen por hepatitis y otros por locura? ¡Lástima <strong>de</strong><br />

hombre! le aprecio mucho y <strong>de</strong>seo que sane.<br />

Dijo, y volviéndose <strong>de</strong>l otro lado se fue aletargando. Poco <strong>de</strong>spués dormía<br />

profundamente. Después <strong>de</strong> contemplarle un rato, consi<strong>de</strong>rando que era cosa perdida,<br />

Salvador se retiró con el alma llena <strong>de</strong> tristeza.<br />

Pasaron tres días. Una mañana entró Salvador en su casa y halló a Doña<br />

Hermenegilda consternada, llorosa. La buena señora no se atrevía a darle la tristísima<br />

nueva <strong>de</strong>l suceso ocurrido durante la ausencia <strong>de</strong>l amo <strong>de</strong> la casa. Salvador creyó<br />

compren<strong>de</strong>rlo, corrió a la habitación <strong>de</strong> su hermano, pasó <strong>de</strong> una estancia a otra... No<br />

estaba.<br />

-Se escapó, sí señor, se escapó no hace media hora... En un momento que me<br />

<strong>de</strong>scuidé... Salí a comprar varias cosas... Le <strong>de</strong>jé paseando en el comedor con el capote<br />

puesto y la espada ceñida. Como otras veces andaba en el mismo empaque, no<br />

sospeché... Todavía no habrá salido <strong>de</strong> la ciudad. Todavía se le podrá <strong>de</strong>tener... ¡Qué<br />

<strong>de</strong>sgracia!... Cuando parecía curado... ¡Esta mañana me hablaba con tan buen juicio!...<br />

- XXII -<br />

Sin per<strong>de</strong>r un instante se empezaron las indagaciones. Algunos vecinos <strong>de</strong> la calle le<br />

vieron, y según la dirección que llevaba, <strong>de</strong>bió <strong>de</strong> salir por la puerta <strong>de</strong> la Rochapea.<br />

Salvador preguntaba a todo el mundo, y como el pobre enfermo era bastante conocido<br />

en Pamplona, no tardó en tener noticias <strong>de</strong>l rumbo que había tomado. En compañía <strong>de</strong>l<br />

Padre Zorraquín, que se le unió <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que tuvo noticia <strong>de</strong>l suceso, recorrió<br />

inmediatamente todo el arrabal <strong>de</strong> la Rochapea. Al principio las indicaciones que<br />

recibió eran vagas y contradictorias; pero al fin supo que Carlos había comprado un<br />

caballo y había partido a escape en dirección <strong>de</strong> Villaba. La circunstancia <strong>de</strong> estar el<br />

pobre Navarro en posesión <strong>de</strong> su dinero fue causa <strong>de</strong> esta fuga, porque si no tuviera oro<br />

no habría encontrado caballo, y a pie no hubiera podido alejarse mucho. En el acto trató<br />

Salvador <strong>de</strong> adquirir dos cabalgaduras, una para sí y otra para Zorraquín, que se brindó<br />

a acompañarle [397] en la humanitaria empresa que iba a acometer; pero la escasez <strong>de</strong><br />

caballería era tal con motivo <strong>de</strong> la guerra, que en toda aquella noche y en parte <strong>de</strong>l<br />

siguiente día no pudieron obtener nada <strong>de</strong> provecho. Por fin, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> recorrer todos<br />

los arrabales exteriores y las cuadras <strong>de</strong> la ciudad, lograron obtener a precio muy alto

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!