13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

¡Ah! hija <strong>de</strong> mi corazón, el viejo fue iluminado por Dios y pudo pesar sus escasos<br />

méritos, sus achaques, sus... condiciones, poniendo todo esto al lado <strong>de</strong> tu lozana<br />

juventud, [349] merecedora <strong>de</strong> mejor <strong>de</strong>stino. No sé cómo fue aquello; pero recuerdo<br />

que se agrandaban a mis ojos los inconvenientes y se amenguaban las ventajas mutuas;<br />

comprendí que iba a hacer un disparate y a dar un resbalón más grave que el que me<br />

ocasionó la rotura <strong>de</strong> esta endiablada pierna: me sorprendí arrepentido, hija; no sé cómo<br />

fue aquello, sí, me sorprendí arrepentido, y sin saber cómo empecé a ver claro,<br />

clarísimo, y me dije: «la quiero <strong>de</strong>masiado para casarla conmigo».<br />

Sola no sabía qué <strong>de</strong>cir. Las palabras que oía revelaban tal convicción y D. Benigno<br />

le infundía tanto respeto, que no se atrevió a contestarle ni a <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rle contra su buen<br />

sentido. Pensó primero que <strong>de</strong>bía insistir en lo <strong>de</strong>l matrimonio; pero afortunadamente<br />

<strong>de</strong>sistió <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>a que habría sido impropia. Su bondad lo inspiró la <strong>de</strong>claración más<br />

digna en sus labios, diciendo:<br />

-No tengo más voluntad que la <strong>de</strong> usted... Haga usted <strong>de</strong> mí lo que quiera.<br />

-Barástolis, muy bien dicho. Pues yo quiero hacer <strong>de</strong> usted una hija... Hasta ahora no<br />

había querido tener con usted esa familiaridad inocente que consiste en tratarla <strong>de</strong> tú.<br />

Pues ya que no hay nada <strong>de</strong> casorio, quiero tener contigo, contigo que eres mi hija, la<br />

familiaridad propia <strong>de</strong> un padre; quiero tutearte... Y en este momento es preciso que<br />

sellemos nuestro parentesco dándonos un abrazo pero muy apretado... así... no hay<br />

cuidado. Ya no somos novios, hijita.<br />

Se abrazaron estrechamente, confundiendo la bondad <strong>de</strong> sus corazones.<br />

-Ya no somos novios -repitió D. Benigno-. Aquello era una tontería. ¡Me lo ha<br />

revelado Dios por conducto <strong>de</strong> estos achaques míos, y mi razón me dijo tantas, tantas<br />

cosas!... No dudé, ni por un instante, <strong>de</strong> la sinceridad <strong>de</strong> tu consentimiento. Convencido<br />

estoy <strong>de</strong> que te habrías casado gustosamente con el viejo, <strong>de</strong> que le habrías querido, <strong>de</strong><br />

que le habrías sido fiel, <strong>de</strong> que le habrías cuidado mucho cuando pasara, el pobre, <strong>de</strong><br />

viejo a viejecito, cosa que no pue<strong>de</strong> tardar... Pero, hija mía, tu consentimiento y aquellas<br />

palabras admirables que me dijiste brotaban <strong>de</strong> tu gratitud, <strong>de</strong>l afecto filial que me<br />

tienes. ¡Ay! No se hacen los buenos matrimonios, no, con estos ingredientes. Es preciso<br />

no forzar la naturaleza, no forzar los sentimientos naturales, haciendo <strong>de</strong> la gratitud<br />

amor; es preciso, sobre todo, dar a cada edad lo suyo y no empeñarse en rever<strong>de</strong>cer la<br />

venerable vejez, ni marchitar la hermosa juventud, uniendo una cosa con otra fuera <strong>de</strong><br />

sazón. No, mil veces no. Tú, al querer ser mi esposa, domando un sentimiento robusto<br />

que vivía y vive en [350] tu corazón, hacías un sacrificio sublime. Yo te lo agra<strong>de</strong>zco,<br />

porque comprendo cuán sincero era aquel sacrificio; pero no quiero aceptarlo... Dicen<br />

que yo fuí héroe en cierta ocasión; pues aquello <strong>de</strong> Boteros es tortas y pan pintado en<br />

comparación <strong>de</strong> este arranque <strong>de</strong> energía que acabas <strong>de</strong> ver, hija mía, porque esto me ha<br />

costado más luchas, porque yo también sé hacer un sacrificio. No se renuncia sin trabajo<br />

a un bien seguro, a un bien tan <strong>de</strong>licioso, a todo lo que me prometían tu juventud, tu<br />

cariño leal, tus méritos inmensos, tu belleza, hija... pues ahora que no soy novio, puedo<br />

<strong>de</strong>cirte que cada vez te vas poniendo más guapa... En fin, hija, he creído amarte mejor y<br />

servirte mejor, y amar y servir mejor a Dios, dándome a ti por padre que por esposo... Y<br />

aún me queda otra cosa mejor que <strong>de</strong>cirte. Esto que he hecho sería incompleto, muy<br />

incompleto. Si quedara así... Pero no, yo no hago las cosas a medias. Mis heroísmos,<br />

cuando salen <strong>de</strong> mí, no son pamplinas. Al hacerte mi hija, quiero llenar el vacío que hay

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!