13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Soledad se retiró y al poco rato apareció en la sala D. Patricio completamente<br />

vestido. Sentose en el sofá, y contemplando a la joven con bondadosa mirada, dijo así:<br />

-Des<strong>de</strong> el tiempo <strong>de</strong> mi Refugio, no había dormido en una cama tan buena... ¡Ay!<br />

¡ella era tan hacendosa, tan casera! Nuestro domicilio estaba como un oro, y nuestro<br />

lecho nupcial podía haber servido para que en él se revolcara un Rey... ¡Pobre Refugio!<br />

Si me vieras en mi actual miseria... ¡Pobre Lucas, pobre hijo mío! Hoy tu muerte es<br />

digna <strong>de</strong> envidia porque estás en la morada <strong>de</strong> los héroes y <strong>de</strong> los elegidos; pero tu<br />

padre no tiene consuelo, ni pue<strong>de</strong> vivir sin verte...<br />

Derramó algunas lágrimas y por largo rato estuvo silencioso y cabizbajo, dando<br />

muestras <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ro dolor. Soledad, ocupada en sus quehaceres, no se presentó a él<br />

sino a la hora <strong>de</strong> la comida.<br />

-Supongo que no saldrá usted hasta <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> comer -le dijo poniendo la mesa. [82]<br />

-Saldré antes, ahora mismo, señora -dijo Sarmiento irguiéndose súbitamente como<br />

un asta <strong>de</strong> ban<strong>de</strong>ra-. El peso <strong>de</strong> la vida me es insoportable. Una voz secreta me grita:<br />

«Anda, corre...». Todo mi ser avanza en pos <strong>de</strong> la gloria que me está <strong>de</strong>stinada.<br />

-¡Cuánto mejor irá usted <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> comer!... ¿Es que <strong>de</strong>sprecia usted mi mesa?<br />

-¡Oh! no señora, <strong>de</strong> ningún modo -replicó Sarmiento con cortesía-; pero conste que<br />

sólo por acompañar a usted...<br />

Comieron tranquilamente, siendo <strong>de</strong> notar que el espiritual D. Patricio, creyendo sin<br />

duda poco conveniente el aventurarse por los i<strong>de</strong>ales sen<strong>de</strong>ros con el estómago vacío,<br />

diose prisa a llenarlo <strong>de</strong> cuanto la mesa sustentaba.<br />

-¡Qué buena comida! -dijo permitiendo a su paladar aquel <strong>de</strong>sliz <strong>de</strong> sensualismo-.<br />

¡Qué bien hecho todo, y con cuánto primor presentado! Solita, si usted se casa su<br />

marido <strong>de</strong> usted será el más feliz <strong>de</strong> los hombres.<br />

Al final <strong>de</strong> la comida, los ojos <strong>de</strong> D. Patricio brillaron con resplandores <strong>de</strong> gozo,<br />

viendo una taza llena <strong>de</strong> negro licor.<br />

-¡También café!... ¡Oh! ¡cuánto tiempo hace que no pruebo este <strong>de</strong>licioso líquido!...<br />

el néctar <strong>de</strong> los dioses, el néctar <strong>de</strong> los héroes... Gracias, mil gracias por tan <strong>de</strong>licada<br />

fineza. [83]<br />

-Yo sabía que a usted le gusta mucho este brebaje.<br />

-¡Gracias!... ¡y qué bueno es!... ¡qué aroma!<br />

-Será el último que beba usted, porque en la cárcel no dan estas golosinas.<br />

-¿Y qué importa? -repuso el anciano con solemne acento-. ¿Acaso somos <strong>de</strong><br />

alfeñique? Cuando un hombre se <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> a escalar con gigantesco pie el último círculo<br />

<strong>de</strong>l cielo, ¿<strong>de</strong> qué vale el liviano placer <strong>de</strong> los sentidos?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!