13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Servet encogió los hombros y volvió a retirarse.<br />

-No, no se vaya usted -dijo Tilín <strong>de</strong>teniéndole primero y siguiéndole <strong>de</strong>spués.<br />

-Pronto cambiamos <strong>de</strong> parecer, amigo.<br />

-Yo no tengo amigos. ¡Ay! si tuviera alguno le pediría un consejo.<br />

-Pues cuente usted que yo soy ese amigo y ábrame su corazón. [174]<br />

-No, no, no. Mi corazón no se abre, no se pue<strong>de</strong> abrir, está ya soldado con plomo<br />

<strong>de</strong>rretido.<br />

-¡Qué exaltación, señor Tilín! Vámonos <strong>de</strong> aquí. Entraremos en la taberna <strong>de</strong><br />

Mogarull o <strong>de</strong> Guasp, y beberemos un poco para que al buen guerrillero se le <strong>de</strong>speje la<br />

cabeza.<br />

Tilín se <strong>de</strong>jó llevar como un idiota.<br />

-Yo siento haber sorprendido un secreto tan <strong>de</strong>licado como el que acaba <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>scubrirme la casualidad -añadió el caballero mientras se internaban en la ciudad-.<br />

Pero no es culpa mía sino <strong>de</strong> la Provi<strong>de</strong>ncia. Yo entré por la puerta <strong>de</strong>l Travesat. Venía<br />

<strong>de</strong> casa <strong>de</strong>l señor <strong>de</strong> Guimaraens que, entre paréntesis, si <strong>de</strong>be a usted la libertad, no<br />

pue<strong>de</strong> olvidar que le <strong>de</strong>be también la prisión, y aguarda una coyuntura para <strong>de</strong>sollarle<br />

vivo. Mi Sr. D. Pedro, luego que salimos <strong>de</strong> la cárcel me llevó a su casa, diome <strong>de</strong><br />

comer y <strong>de</strong> vestir, obsequiándome con tanta finura que no sé cómo pagarle. Todo<br />

cuanto he necesitado lo ha puesto a mi disposición menos una cosa que me hace suma<br />

falta; un caballo, un caballo, señor Tilín, que me lleve a la frontera antes que estos<br />

benditos apostólicos vuelvan a pren<strong>de</strong>rme.<br />

-¡Un caballo! -repitió maquinalmente Tilín sin aten<strong>de</strong>r a la narración <strong>de</strong> Servet.<br />

-El Sr. <strong>de</strong> Guimaraens, que salió anteayer [175] para Cervera a ponerse a las ór<strong>de</strong>nes<br />

<strong>de</strong>l con<strong>de</strong> <strong>de</strong> España... ¿no sabe usted que tenemos encima las tropas reales?... se<br />

<strong>de</strong>spidió <strong>de</strong> mí con grandísima pena y me dijo: «Querido Servet, siento no po<strong>de</strong>r darte<br />

un caballo; pero te ofrezco mi tartana, que es la mejor pieza que rueda en Cataluña».<br />

¡Donoso regalo! Heme aquí, Tilín amigo, dueño <strong>de</strong> un coche que <strong>de</strong> nada me sirve y<br />

que daría por la pezuña <strong>de</strong> un caballo.<br />

-¿Un coche? -dijo Tilín vivamente con muestras <strong>de</strong> gran interés.<br />

-Sí, esa preciosa alhaja la tengo en una cabaña que está a cien varas <strong>de</strong> la puerta <strong>de</strong>l<br />

Travesat. Esta tar<strong>de</strong> he traído mi vehículo gallardamente tirado por un asno, sobre cuyos<br />

lomos he roto medio fresno sin conseguir hacerle salir <strong>de</strong> un pasillo morigerado y<br />

tímido que me quemaba la sangre. Mi ánimo es buscar un caballo en Solsona, empresa<br />

difícil porque carezco <strong>de</strong> amista<strong>de</strong>s en esta generosa ciudad <strong>de</strong> mis entrañas. Pero confío<br />

en Dios, que ya me ha dado pruebas <strong>de</strong> su protección <strong>de</strong>parándome un amigo al dar mi<br />

primer paso <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> estos benditos muros... ¿Benditos dije?... ¡si yo os viera hechos<br />

polvo juntamente con toda la caterva apostólica!... En suma, señor Tilín amigo, yo<br />

consi<strong>de</strong>ro harto feliz nuestro encuentro, acaecido <strong>de</strong>l modo más extraño. [176] Entraba

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!