13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

lo triste a lo placentero, hablamos <strong>de</strong>l miedo <strong>de</strong>l arzobispo, <strong>de</strong> las casacas que usaba<br />

Mataflorida y <strong>de</strong> otras cosas frívolas y chistosas, <strong>de</strong> esas que ocurren siempre en los<br />

días trágicos y nunca faltan en los duelos. Después <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>sahogos, Pipaón,<br />

tomando aquel tono burlesco que unas veces le sentaba bien y otras le hacía muy<br />

insoportable, me dijo:<br />

-Le traigo a usted noticias muy buenas <strong>de</strong> una persona que le interesa, y con las<br />

noticias una cartita. [114]<br />

- XIV -<br />

Yo me puse pálida. Comprendí <strong>de</strong> quién hablaba Pipaón, pero no me atreví a <strong>de</strong>cir<br />

una palabra, por hallarse <strong>de</strong>lante el entrometido y curioso Calomar<strong>de</strong>, gran<br />

coleccionador <strong>de</strong> <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s ajenas. Varié <strong>de</strong> conversación, aguardando, para saciar mi<br />

afanosa curiosidad, a que D. Ta<strong>de</strong>o se marchase; pero el pícaro había conocido en mi<br />

semblante la turbación y ansiedad que me dominaban, y no se quería retirar. Parecía que<br />

le habían clavado en la silla. ¡Ay qué gusto tan gran<strong>de</strong> po<strong>de</strong>r coger un palo y romperle<br />

con él la cabeza!... ¡Qué pachorra <strong>de</strong> hombre!<br />

Quise arrojarle con mi silencio; pero él era tan poco <strong>de</strong>licado que conociendo mi<br />

mortificación, se arrellanaba en el blando asiento como si pensara pasar allí el día y la<br />

noche. Pipaón con su expresivo semblante me <strong>de</strong>cía mil cosas, que no podía yo<br />

compren<strong>de</strong>r claramente, pero que me <strong>de</strong>leitaban como avisos o presentimientos<br />

lisonjeros. Llegó un momento en que los tres nos callamos, y callados estuvimos más <strong>de</strong><br />

un cuarto <strong>de</strong> hora. Calomar<strong>de</strong> tocaba [115] una especie <strong>de</strong> paso doble con su bastón en<br />

la pata <strong>de</strong> la mesa cercana. El grosero y pegajoso cortesano había resuelto quemarme la<br />

sangre u obligarnos a Pipaón y a mí a que hablásemos en su presencia.<br />

Resistí todo el tiempo que pu<strong>de</strong>. Mi carácter fogoso no pue<strong>de</strong> ir más allá <strong>de</strong> cierto<br />

grado <strong>de</strong> paciencia, pasado el cual, estalla y se sobrepone a todo, atropellando<br />

amista<strong>de</strong>s, conveniencias y hasta las leyes <strong>de</strong> la caridad. Nunca he podido corregir este<br />

<strong>de</strong>fecto, y la estrechez <strong>de</strong> los límites <strong>de</strong> mi paciencia me ha proporcionado en esta vida<br />

muchos disgustos. Forzando la voluntad puedo a veces aguantar más <strong>de</strong> lo que permite<br />

la extraordinaria fuerza <strong>de</strong> dilatación <strong>de</strong> mi espíritu; pero entonces estallo con más<br />

violencia, rompo mis ligaduras a la manera <strong>de</strong> Sansón y <strong>de</strong>rribo el templo. Vino por fin<br />

el momento en que se me subió la mostaza a la nariz, como dicen las majas madrileñas,<br />

y poniéndome en pie súbitamente, miré a Calomar<strong>de</strong> con enojo. Señalándole la puerta,<br />

exclamé:<br />

-Sr. D. Ta<strong>de</strong>o, tengo que hablar con Pipaón: le suplico a usted que nos <strong>de</strong>je solos.<br />

Debían <strong>de</strong> ser muy terribles mi expresión y mi gesto, porque Calomar<strong>de</strong> se levantó<br />

temblando, y con voz turbada me dijo: [1<strong>16</strong>]<br />

-Señora, manos blancas no ofen<strong>de</strong>n.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!