13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-¿Y usted <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> viene? Sin duda <strong>de</strong> interce<strong>de</strong>r por algún <strong>de</strong>sgraciado. ¡Qué<br />

excelente corazón!<br />

-Precisamente <strong>de</strong> eso vengo.<br />

-Pues yo voy a la cárcel, a visitar a los pobres presos. Dicen que han entrado muchos<br />

ayer. Voy a verlos. Ya sabe usted que auxilio a los con<strong>de</strong>nados a muerte.<br />

-Pues a mí me ha entrado el antojo <strong>de</strong> visitar también a los presos.<br />

-¡Oh! magnánimo espíritu... Vamos, señora... Pero, tate, tate, no mueva usted los<br />

[239] piececillos con tanta presteza, que no puedo seguirla. Estoy tan gotoso, señora<br />

mía, que cada vez que auxilio a uno <strong>de</strong> estos infelices, me parece que veo en él a un<br />

compañero <strong>de</strong> viaje.<br />

Después <strong>de</strong> recorrer medio Madrid con la pausa que la andadura <strong>de</strong> Su Paternidad<br />

exigía, entraron en la cárcel. Al subir por la inmunda escalera, la dama ofreció su brazo<br />

al anciano que lo aceptó bondadosamente, diciendo:<br />

-Gracias... Si estos escalones fueran los <strong>de</strong>l cielo, no me costaría más trabajo<br />

subirlos... Gracias: se reirán <strong>de</strong> esta pareja; ¿pero qué nos importa? Yo bendigo este<br />

hermoso brazo que se presta a servir <strong>de</strong> apoyo a la ancianidad.<br />

- XX -<br />

Chaperón entró en su <strong>de</strong>spacho con las manos a la espalda, los ojos fijos en el suelo,<br />

el ceño fruncido, el labio inferior montado sobre su compañero, la tez pálida y muy<br />

apretadas las mandíbulas, cuyos tendones se movían bajo la piel como las teclas <strong>de</strong> un<br />

piano. Detrás <strong>de</strong> él [240] entraron el coronel Garrote (<strong>de</strong> ejército) y el capitán <strong>de</strong><br />

voluntarios realistas Francisco Romo, ambos <strong>de</strong> uniforme. En el <strong>de</strong>spacho aguardaba<br />

holgazanamente recostado en un sofá <strong>de</strong> paja el diestro cortesano <strong>de</strong> 1815, Bragas <strong>de</strong><br />

Pipaón.<br />

A tiro <strong>de</strong> fusil se conocía que el insigne cuadrillero <strong>de</strong>l absolutismo estaba<br />

sofocadísimo por causa <strong>de</strong> reciente disgusto o altercado. ¡Ay <strong>de</strong> los <strong>de</strong>sgraciados<br />

presos! ¡Si los diablillos menores temblaban al ver a su Lucifer, cómo temblarían los<br />

reos si le vieran!<br />

Garrote y Romo no se sentaron. También hallábanse agitados.<br />

-No volverá a pasar, yo juro que no volverá a pasar -dijo Chaperón dando una gran<br />

patada-. Por vida <strong>de</strong>l Santísimo Sacramento... vaya un pago, vaya un pago que se da a<br />

los que lealmente sirven al Trono.<br />

Hubiérase creído que la estera era el Trono, a juzgar por la furia con que la pisoteaba<br />

el gran esbirro.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!