13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>de</strong>rechos, y no hay más remedio que seguir a<strong>de</strong>lante con ella, bien a la cabeza, bien a la<br />

cola. España se pone las sandalias, toma su palo y anda: seguramente andará a<br />

trompicones, cayendo y levantándose a cada paso; pero andará. El absolutismo [269] es<br />

una imposibilidad, y el liberalismo es una dificultad. A lo difícil me atengo, rechazando<br />

lo imposible. Hemos <strong>de</strong> pasar por un siglo <strong>de</strong> tentativas, ensayos, dolores y<br />

convulsiones terribles.<br />

-¡Un siglo!<br />

-Sí, y esta es la causa <strong>de</strong> mi tristeza. Yo me encuentro en la mitad <strong>de</strong> mi vida. He<br />

trabajado mucho por la i<strong>de</strong>a salvadora; pero ya me siento fatigado y me reconozco sin<br />

fuerzas para esta labor inmensa que será cada día mayor. Otros vendrán que arrimen el<br />

hombro a tan terrible carga. Yo no puedo más. Las circunstancias en que me encuentro,<br />

solo, sin familia, lleno <strong>de</strong> tedio y viendo cuán poco hemos a<strong>de</strong>lantado en la cuarta parte<br />

<strong>de</strong> un siglo, me <strong>de</strong>saniman atrozmente. Reconozco que cuanto <strong>de</strong> mis fuerzas <strong>de</strong>pendía<br />

ya lo hice; está mi conciencia tranquila y me retiro. Hasta ahora yo no he vivido para mí<br />

ni un solo día. Llega la hora en que me es necesario vivir un poco para mí. No<br />

obteniendo gloria ni siquiera éxito, el sacrificio <strong>de</strong> mi existencia a un i<strong>de</strong>al sería estéril;<br />

pues vivamos, vivamos siquiera un poco y <strong>de</strong>scansemos. Sobre las ruinas <strong>de</strong> mis<br />

quiméricas ambiciones se levanta hoy una ambición gran<strong>de</strong>, potente, la ambición <strong>de</strong> ser<br />

feliz, tener una familia y vivir <strong>de</strong> los afectos puros, humil<strong>de</strong>s, domésticos. [270] ¡Es tan<br />

dulce no ser nada para el público y serlo todo para los nuestros! Apartado <strong>de</strong> todo lo que<br />

es política, <strong>de</strong>seando el olvido, miro a todas partes buscando un rincón en que ocultarme<br />

y a don<strong>de</strong> no llegue el fragor <strong>de</strong> la lucha.<br />

D. Felicísimo movía la cabeza, sonriendo. Creía firmemente que el caballero, su<br />

amigo y cliente, tenía la cabeza vacía <strong>de</strong> lo que llaman seso, ¿pues qué mayor locura, en<br />

aquellos agitados días, que no ser apostólico, ni absolutista, ni siquiera liberal?<br />

Ya iba a <strong>de</strong>cir algo muy ingenioso sobre esta enfermiza manía <strong>de</strong> no ser nada,<br />

absolutamente nada, cuando entró Pipaón y estrechando con ímpetu amistoso la mano<br />

<strong>de</strong>l caballero, le dijo:<br />

-Enhorabuenas mil, queridísimo amigo. Vengo <strong>de</strong> ver a su Excelencia, que ya ha<br />

leído las cartas que trajiste <strong>de</strong>l Sr. D. Alejandro Aguado, marqués <strong>de</strong> las Marismas, y <strong>de</strong><br />

su parte te aseguro que pue<strong>de</strong>s vivir aquí tan libremente como en el mismo París o<br />

Londres. El Sr. Aguado es, como soberano absoluto <strong>de</strong>l dinero, una potencia <strong>de</strong> primer<br />

or<strong>de</strong>n, una autoridad indiscutible; ahora bien: consi<strong>de</strong>rando que el mencionado Sr.<br />

Aguado (Pipaón no abandonaba jamás su estilo <strong>de</strong> expediente) garantiza bajo su palabra<br />

<strong>de</strong> oro que vienes [271] exclusivamente con la misión <strong>de</strong> comprarle cuadros para su rica<br />

galería, y a<strong>de</strong>más a asuntillos tuyos que nada tienen que ver con la política, se ha dado<br />

cuenta a S. M. <strong>de</strong> todo lo actuado y S. M. se ha servido disponer que no se te moleste en<br />

lo más mínimo. Tendreislo entendido, y ahora, discreto amigo, ruégote que adoptes tu<br />

verda<strong>de</strong>ro nombre y vengas a comer conmigo a mi casa, don<strong>de</strong> encontrarás personas<br />

que más <strong>de</strong>sean verte que escribirte...<br />

El caballero se levantó y muy gozoso dijo:<br />

-Confío sin vacilar en la libertad que se me ofrece y recobro mi nombre.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!