13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

-¿Pero y esa víctima <strong>de</strong> quien necesita la libertad?<br />

-La libertad no necesita víctimas, sino hombres que la sepan enten<strong>de</strong>r... Conque<br />

Sarmientillo, seremos amigos. De aquí no se sale, mientras esa cabeza no esté buena.<br />

Diole dos cariñosas palmadas en ella la encantadora joven, mientras el insigne<br />

patriota exhalaba <strong>de</strong> su noble pecho un suspiro <strong>de</strong> a libra, permítase la frase. ¿Era que<br />

hacía el sacrificio <strong>de</strong> su i<strong>de</strong>al sublime? ¿Era que pedía a su espíritu fuerzas para<br />

sobreponerse a seducción tan terrible? No es fácil saberlo. Los próximos sucesos lo<br />

dirán.<br />

-¡Ah! señora -exclamó tomando la mano <strong>de</strong> Sola-, no sabe usted bien lo que hace. La<br />

historia, quizás, pedirá a usted cuentas <strong>de</strong> su acción abominable, aunque <strong>de</strong>claro que es<br />

inspirada [91] por un noble impulso <strong>de</strong> caridad... Engañosa Circe; no sabe usted bien<br />

qué clase <strong>de</strong> ímpetus sojuzga y contiene al encerrarme; no sabe usted bien qué especie<br />

<strong>de</strong> monstruo encarcela ni qué heroicas acciones se pier<strong>de</strong>n con este hecho, ni qué días<br />

gloriosos serán borrados <strong>de</strong> la serie <strong>de</strong>l tiempo.<br />

Dijo, y un rato <strong>de</strong>spués dormía la siesta.<br />

- VII -<br />

En los días sucesivos tuvo D. Patricio los mismos <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> salir, si bien, a<br />

excepción <strong>de</strong> una vez, no fueron tan ardientes; pero hubo gritos, amenazas, volvió a<br />

funcionar el inocente palo y la carcelera a <strong>de</strong>splegar las armas <strong>de</strong> su convincente piedad<br />

y <strong>de</strong> la graciosa pru<strong>de</strong>ncia que tan buenos efectos produjera el primer día. Horas enteras<br />

pasaba el vagabundo patriota, corriendo <strong>de</strong> un ángulo a otro <strong>de</strong> la sala, como enjaulada<br />

bestia, <strong>de</strong>teniéndose a veces para oír los ruidos <strong>de</strong> la calle, que a él le sonaban siempre<br />

como discursos, proclamas o himnos, y poniéndose a cada rato el sombrero para salir.<br />

Este acto <strong>de</strong> cubrirse primero [92] y <strong>de</strong>scubrirse <strong>de</strong>spués al caer en la cuenta <strong>de</strong> su<br />

encierro era gracioso, y excitaba la risa <strong>de</strong> su amable guardiana. En la comida y cena<br />

mostrábase más manso, y se ponía con cierto orgullo las prendas <strong>de</strong> vestir que Sola le<br />

había arreglado. Des<strong>de</strong> la cabeza a los pies cubríase con lo perteneciente al antiguo<br />

dueño <strong>de</strong> la casa, <strong>de</strong> cuya adaptación no resultaba gran elegancia, a causa <strong>de</strong> la<br />

diferencia <strong>de</strong> talle y estatura.<br />

Por las noches daba a Soledad lección <strong>de</strong> escritura, poniendo en ella tanto cuidado la<br />

discípula como el maestro. Él particularmente mostraba una prolijidad <strong>de</strong>susada,<br />

esmerándose en transmitir a su alumna sus altos principios caligráficos y la primorosa<br />

maestría <strong>de</strong> ejecución que poseía y <strong>de</strong> que estaba tan orgulloso.<br />

-Des<strong>de</strong> que el mundo es mundo -<strong>de</strong>cía observando los trazos hechos por Soledad<br />

sobre el papel pautado-, no se han dado lecciones con tanto esmero. Hanse reunido, para<br />

producir colosales efectos, la disposición innata <strong>de</strong> la discípula y la <strong>de</strong>streza <strong>de</strong>l<br />

maestro. Ahora bien, señora y carcelera mía, la justicia y el agra<strong>de</strong>cimiento pi<strong>de</strong>n que

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!