13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

encontré discreto y agudo y sus maja<strong>de</strong>rías me parecieron prodigios <strong>de</strong> ingenio y<br />

perspicacia política. A todo le contesté, <strong>de</strong>splegando verbosidad abundante como en mis<br />

mejores tiempos <strong>de</strong> Madrid, emitiendo juicios picarescos y sentenciosos, juzgando a los<br />

personajes con graciosa malevolencia y retratándoles con breves rasgos <strong>de</strong> caricatura.<br />

Des<strong>de</strong> aquel momento tuve lo que me había faltado en toda la noche, ingenio. Respondí<br />

a las galanterías, supe marear a más <strong>de</strong> cuatro, mortifiqué a la Marquesa, alegré la<br />

reunión. Al retirarme no <strong>de</strong>jaba más que tristezas y presentimientos <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> mí. Yo me<br />

llevaba todas las alegrías.<br />

- XXIII -<br />

Des<strong>de</strong> muy temprano me levanté, pues poco dormí aquella noche. Las noches <strong>de</strong><br />

Sevilla no parece que son, como las <strong>de</strong> otras partes, para dormir. Son para soñar en<br />

vela... Le aguardaba con tanta impaciencia, que a cada instante salía al balcón,<br />

esperando verle entre [186] la multitud que pasaba por la calle <strong>de</strong> Génova. De repente<br />

me anunciaron una visita. Creí verle entrar; salí corriendo; pero mi corazón dio un<br />

vuelco quedándose frío y quieto, cual si hubiera tropezado en una pared. Tenía <strong>de</strong>lante<br />

al príncipe <strong>de</strong> Anglona, un señor muy bueno, un caballero muy simpático, muy atento,<br />

pero cuya presencia me contrariaba extraordinariamente en aquel instante.<br />

Venía para llevarme al Alcázar.<br />

-Su Majestad -me dijo-, recibe ahora muy temprano. Anoche le manifesté que estaba<br />

usted aquí y me rogó que la llevase a su presencia hoy mismo.<br />

Yo quise hacer objeciones, pretextando la inusitada hora, pues no habían dado las<br />

once; pero nada me valió. Érame imposible resistir a aquella maja<strong>de</strong>ría insoportable que<br />

revestía las formas <strong>de</strong> la más <strong>de</strong>licada atención. Tampoco podía <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rme con dolor<br />

<strong>de</strong> cabeza, vapores u otros recursos que tenemos para tales trances. Humillé la frente<br />

como víctima expiatoria <strong>de</strong> las conveniencias sociales, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> arreglarme me<br />

dispuse a aceptar un puesto en la carroza <strong>de</strong>l Príncipe, no sin <strong>de</strong>jar antes a mi criada<br />

instrucciones muy prolijas para que <strong>de</strong>tuviera hasta mi vuelta al que forzosamente había<br />

<strong>de</strong> venir. Partí resuelta a hacer a Su Majestad [187] visita <strong>de</strong> médico. En aquella ocasión<br />

<strong>de</strong>ploré por primera vez que existieran Reyes en el mundo.<br />

Poca es la distancia que hay <strong>de</strong> la calle <strong>de</strong> Génova al Alcázar. Antes <strong>de</strong> las doce<br />

estaba yo en la Cámara <strong>de</strong> Su Majestad y salía gozoso a saludarme el <strong>de</strong>scendiente <strong>de</strong><br />

cien Reyes, pegado a su regia nariz. No parecía nada contento; pero mostró mucho<br />

placer en verme, dándome a besar su mano y rogándome que me sentase a su lado.<br />

Tanta bondad que a cualquiera habría ensoberbecido, a mí me hizo muy poca gracia, y<br />

menos cuando con sus preguntas daba a enten<strong>de</strong>r que la visita sería larga.<br />

Fernando quiso saber por mí algunas particularida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la entrada <strong>de</strong> los franceses<br />

en Madrid, <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fección <strong>de</strong> La Bisbal en Somosierra y <strong>de</strong> la <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong> Plasencia en<br />

Despeñaperros. Yo contesté a todo, cuidando <strong>de</strong> la brevedad más que <strong>de</strong> otra cosa, y<br />

fingiéndome ignorante <strong>de</strong> varios hechos que sabía perfectamente; pero ninguna <strong>de</strong> estas

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!