13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

venas, a pesar <strong>de</strong> no haber formado aún i<strong>de</strong>a concreta <strong>de</strong> lo que oía, y llamó fuertemente<br />

con la campanilla y con los puños, gritando:<br />

-Elena, hija mía, soy yo... ¡tu padre!<br />

- IX -<br />

Aquella mañana, cuando D. Benigno estaba aún a dos leguas <strong>de</strong> la Corte, Sola<br />

entraba [1<strong>20</strong>] en su casa <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una breve excursión por las tiendas.<br />

-Querida niña -le dijo D. Patricio suspendiendo el barrido y apoyándose en el palo <strong>de</strong><br />

la escoba-, Elenita Cor<strong>de</strong>ro ha venido a buscarte para que la acompañes un poco. Hoy<br />

está sola todo el día.<br />

-¿Y no ha venido nadie más?<br />

-Sí, ha venido también el caballero que estuvo ayer -repuso Sarmiento poniendo<br />

ceño <strong>de</strong> disgusto-. Pue<strong>de</strong> que él crea que yo no le conozco, a pesar <strong>de</strong> las barbas <strong>de</strong><br />

capuchino que gasta... Si me parece que le estoy viendo en la sala <strong>de</strong> armas <strong>de</strong>l castillo...<br />

Pero más vale callar... ¡Ah! se me olvidaba <strong>de</strong>cirte que ha <strong>de</strong>jado un paquete para ti.<br />

-Sí... hoy <strong>de</strong>bía traerle -dijo Sola mirando a todos lados con ansiedad-. ¿En dón<strong>de</strong> lo<br />

ha <strong>de</strong>jado?<br />

D. Patricio señaló una puerta, por la cual entró Sola corriendo. Fue <strong>de</strong>recha a tomar<br />

un paquete que estaba sobre su cama. Pálida y con los labios secos, le dio vueltas en sus<br />

manos temblorosas, buscando la lazada <strong>de</strong>l cordón que lo ataba. La veía, la tocaba sin<br />

acertar a <strong>de</strong>shacerla, <strong>de</strong> tal modo se había vuelto torpe a causa <strong>de</strong> su gran emoción.<br />

En el paquete había cartas, muchas cartas; [121] pero Sola buscó entre todas una que<br />

<strong>de</strong>bía <strong>de</strong> ser la principal, y hallada se puso a leerla. Por temor a ser interrumpida,<br />

encerrose en la alcoba, y sentándose en un rincón, arrojó todo su espíritu sobre un papel<br />

escrito. Allí estuvo largo rato aleteando sobre él, como la mariposa sobre la flor, y tan<br />

pronto lloraba como reía según los sentimientos expresados por aquella sombra <strong>de</strong> un<br />

ser vivo a la cual se llama carta. Después miró uno por uno los sobrescritos <strong>de</strong> las otras,<br />

y al hacer esto no mostraba mucho contento, antes bien miedo. A<strong>de</strong>más el paquete<br />

contenía una cajita pequeña con dinero en monedas <strong>de</strong> oro. Contolas una por una y<br />

<strong>de</strong>spués lo guardó todo cuidadosamente, a excepción <strong>de</strong> las cartas que no eran para ella.<br />

De estas hizo un nuevo paquete que ocultó en su seno.<br />

Púsose la mantilla para salir. D. Patricio vio pintado en el semblante <strong>de</strong> la joven el<br />

gran gozo que la dominaba, y dando el último escobazo, se dirigió a ella sonriendo. Sola<br />

se <strong>de</strong>tuvo en la puerta, y mirando a su protegido con expresión <strong>de</strong> lástima y <strong>de</strong> bondad,<br />

le dijo:

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!