16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

More documents

Recommendations

Info

yo por la calle de los Codos, pensando en el coche que tengo y en el caballo que no tengo, cuando pareciome sentir ruido en lo alto de la tapia de San Salomó. Miré y no vi nada. Detúveme... -No quiero que nombre usted a San Salomó. -Detúveme y al fin vi un bulto que descendía por una cuerda. -Basta. -Era un hábil trabajo de volatinero que merecía verse, mayormente cuando se veía gratis. El bulto se desprendió arrojándose al suelo. Hay un clavo a la altura de la mano, señor Tilín. La idea es ingeniosa. -Digo que basta. -No se hable más del asunto. Lo principal es que realmente yo soy aquí el que cuelga, el que pende, no digo de una soga sino de un cabello, y bajo mis pies miro, no la deleitosa calle de los Codos, sino el insondable abismo de mi perdición. -¿Necesita usted un caballo?... -Sí; un caballo a quien confiar mi pobre persona para que la ponga en la frontera sana y salva. Si estoy aquí un día más, señor guerrillero, me expongo a perder otra vez mi libertad. En el caso de que los señores apostólicos que hay en la ciudad y los que pronto [177] vendrán fueran misericordiosos conmigo, ¿cuál sería mi suerte el día que entrase en Solsona el conde de España, vencedor y vengativo? Y ese día no está lejos, amigo Tilín; ya se han visto tropas del Rey a dos leguas de aquí. Guimaraens recibió anteayer órdenes fechadas en Cervera. -¿Y teme usted al conde de España? ¿Pues no es usted espía de Calomarde? -¡Espía yo! -Entonces no hay duda de que es usted sectario y jacobino. Tenía razón Pixola. -Tampoco soy jacobino. -A mí no me importa que sea usted el mismo Lucifer, capitán del Infierno -dijo Tilín-. Nada me asusta. No tengo ya afición a ninguna causa política; todas me son indiferentes, mejor dicho, todas me interesan con tal que destruyan. -¡Destruir! -Sí, destruir. Dígame usted ¿no está la corte minada por los masones? ¿Es cierto, como aquí nos han dicho, que si los masones triunfan, destruirán todo, y no dejarán en pie nada de lo que hoy existe? -Los masones no triunfarán.
-¿Qué bando hará tabla rasa de todo? -El de ustedes si triunfara, pero tampoco triunfará. [178] -¿Y Calomarde pegará fuego a toda Cataluña? -No lo creo; pero fusilará a todos los cabecillas que coja. -Pregunto si pegará fuego a toda Cataluña. -No lo sé. -¿Y no demolerá las ciudades? -Mucho es eso. -Entonces ¿quién volverá el mundo del revés? -Tampoco lo sé; pero de seguro habrá alguien que lo haga. -¿Y quién lo hará? -Uno que puede mucho. -¿Es fuerte? -Más fuerte que todos los tronos, que todos los partidos, que todos los hombres. -¿Quién es? -El tiempo. -¡El tiempo! ¿dónde está ese tiempo que no viene? -Ya vendrá. -¡Oh! tarda. -Es propio del tiempo tardar. Tilín calló después profundamente. Seguían andando y de pronto detúvose el guerrillero y mirando al cielo con espantados ojos y haciendo un gesto convulsivo como si al mismo cielo amenazara, exclamó: [179] -¡Me aborrece! -¿Quién? -¡Necia pregunta! -dijo Tilín apretando fuertemente el brazo del caballero-. No tengo amigos; yo no confiaré a nadie lo que me pasa... Señor Servet...
Page 1 and 2:
[5] Los Cien Mil Hijos de San Luis
Page 3 and 4:
En el invierno del mismo año se re
Page 5 and 6:
emociones que por el camino sentía
Page 7 and 8:
Estas instrucciones eran conformes
Page 9 and 10:
Pues bien: en todo el tiempo transc
Page 11 and 12:
-Allí. Y mirando hacia donde su de
Page 13 and 14:
Eran los bravos a quienes yo había
Page 15 and 16:
cumplimiento. Antes me dejara morir
Page 17 and 18:
facciosos, vieron a un hombre aherr
Page 19 and 20:
-¿Y Riego? -Ha ido a Andalucía. -
Page 21 and 22:
las murgas no me dejaron dormir en
Page 23 and 24:
- VII - Después de dar noticia de
Page 25 and 26:
a emblanquecer, y una piel bronca;
Page 27 and 28:
intervención. [68] Otros amigos, a
Page 29 and 30:
sorprenderte. Tu ausencia durante t
Page 31 and 32:
- X - Creyendo ahora conveniente el
Page 33 and 34:
alfombrados. No se verá en parte a
Page 35 and 36:
solo hombre grande existía en toda
Page 37 and 38:
Volviendo al asunto de la guerra de
Page 39 and 40:
cuando manifesté al marqués las p
Page 41 and 42:
Largamente hablé de esto con el co
Page 43 and 44:
cualquier mañanita sorprender a la
Page 45 and 46:
lo triste a lo placentero, hablamos
Page 47 and 48:
-Pero ¿qué va a hacer ese hombre
Page 49 and 50:
circunstancias normales; pero enton
Page 51 and 52:
-Como es miliciano y el honor le or
Page 53 and 54:
-Sí, ya lo veo. Es usted una alhaj
Page 55 and 56:
-Yo misma me separé de él en Onte
Page 57 and 58:
landir mi carta homicida. Subí a l
Page 59 and 60:
Cuando pronuncié estas palabras de
Page 61 and 62:
momento en que desplegaba los labio
Page 63 and 64:
La visión de la mujer errante no s
Page 65 and 66:
Pasé la noche en un estado de angu
Page 67 and 68:
las personas indiferentes a la pol
Page 69 and 70:
Calderón. Secretario de ella [171]
Page 71 and 72:
En Sevilla la noche y el día se di
Page 73 and 74:
-Pues el Gobierno insiste en llevá
Page 75 and 76:
estratagemas me valía, porque Fern
Page 77 and 78:
altamente dignas de aplauso; mi pri
Page 79 and 80:
instante las palabras del Marqués
Page 81 and 82:
Cuando estas últimas palabras reso
Page 83 and 84:
No hice muy larga la despedida por
Page 85 and 86:
Él miraba hacia la puerta de Jerez
Page 87 and 88:
grasienta y ahumada como una cocina
Page 89 and 90:
-Nos embarcaremos -me dijo Falfán
Page 91 and 92:
Cuando manifesté a Mariana que pen
Page 93 and 94:
ímpetu que los que allí estábamo
Page 95 and 96:
pasaban; caminé apresuradamente ha
Page 97 and 98:
-Mañana. Nos vamos con el Gobierno
Page 99 and 100:
Al oír esto me quedé como mármol
Page 101 and 102:
Acerqueme a Calatrava, que se asomb
Page 103 and 104:
que se ven en peligro la rápida in
Page 105 and 106:
-Adiós, señor Marqués. Quiso det
Page 107 and 108:
con sus fingidas lágrimas de enga
Page 109 and 110:
-Para matar... -No tanto -dije rien
Page 111 and 112:
-¿No dice usted que hay una especi
Page 113 and 114:
-Eso mismo deseamos nosotros -me di
Page 115 and 116:
Envié recados al conde de Montguyo
Page 117 and 118:
-Pero ese, ese otro... ¿interesa a
Page 119 and 120:
-¡Oh! Señora, toca usted una fibr
Page 121 and 122:
Constitución moría como había na
Page 123 and 124:
prevalecer aún los infiernos de la
Page 125 and 126:
-Sabe que a usted lo debe todo, y e
Page 127 and 128:
MADRID Febrero de 1877. Fin de LOS
Page 129 and 130:
frío. Hundía la barba y media car
Page 131 and 132:
-Basta -gritó una formidable voz i
Page 133 and 134:
El tono de dignidad ofendida con qu
Page 135 and 136:
El desgraciado general se recostó
Page 137 and 138:
-Sí señor, sí señor, yo se la d
Page 139 and 140:
una casa de labor. ¡Ay, pobre amig
Page 141 and 142:
-Quiero morir gloriosamente; quiero
Page 143 and 144:
Sarmiento lo creyese destinado a su
Page 145 and 146:
-He llegado esta mañana. Los de Co
Page 147 and 148:
-La poca memoria de usted. -¿Poca
Page 149 and 150:
-¿Eso había de faltar? Si no fuer
Page 151 and 152:
[57] boca bravía, como de quien no
Page 153 and 154:
En efecto, avanzaba hacia el centro
Page 155 and 156:
-¡A dónde va usted que más valga
Page 157 and 158:
preso (que era una de las damas de
Page 159 and 160:
Sacáronle de la cárcel por el cal
Page 161 and 162:
Soledad se retiró y al poco rato a
Page 163 and 164:
-Atrévase usted -dijo Soledad con
Page 165 and 166:
-¿Pero y esa víctima de quien nec
Page 167 and 168:
Continuaban las lecciones de escrit
Page 169 and 170:
-¿Qué, hija de mi alma? -pregunt
Page 171 and 172:
mil veces!... Bendita seas, angelit
Page 173 and 174:
salió a ella ni a él, sino a los
Page 175 and 176:
Benigno podía ser comprendido en a
Page 177 and 178:
-Abuelo Sarmiento, si yo tuviera qu
Page 179 and 180:
-No puedo... de ningún modo -dijo
Page 181 and 182:
Un nuevo temporal deshecho de lágr
Page 183 and 184:
-No tiene usted más que hablar, y
Page 185 and 186:
Romo largó la mano con un papel ar
Page 187 and 188:
Por la noche luego que cenaron, Sol
Page 189 and 190:
-Yo le pediré todo lo que tú quie
Page 191 and 192:
- XII - Muy gozoso y satisfecho est
Page 193 and 194:
Esquivando entrar en el tema polít
Page 195 and 196:
-¡Toma... a la cárcel! -exclamó
Page 197 and 198:
clavar las manos en la verrugosa ca
Page 199 and 200:
usted que en la situación actual,
Page 201 and 202:
-¡Ay, abuelo!... ¡qué desgraciad
Page 203 and 204:
-¿Usted primero? Si estoy aquí de
Page 205 and 206:
-Gracias, señor, me sentaré. Esto
Page 207 and 208:
-Yo afirmo que los Corderos son ino
Page 209 and 210:
Solita, después de dudar breve ins
Page 211 and 212:
has prestado inocentemente a esa ma
Page 213 and 214:
-¡Ah!... ya no me acordaba de ti -
Page 215 and 216:
-No sé cuándo volveré. Quizás v
Page 217 and 218:
una especie de faja mugrienta marca
Page 219 and 220:
endirse para vencer y perderse abso
Page 221 and 222:
-Animo, ángel de mi vida, cordera
Page 223 and 224:
-Déjese usted de sandeces -dijo el
Page 225 and 226:
-¡Qué horror! -exclamó la señor
Page 227 and 228:
-¿Y usted de dónde viene? Sin dud
Page 229 and 230:
-Quiero decir, que no se les castig
Page 231 and 232:
conspiración (al decir esto dio un
Page 233 and 234:
-Abnegación -indicó Chaperón con
Page 235 and 236:
Y salió sin añadir una palabra. P
Page 237 and 238:
-Como usted quiera, con tal que hab
Page 239 and 240:
-Sí, esto no puede ser más hecho.
Page 241 and 242:
-¡Por vida de ochenta millones de
Page 243 and 244:
Sarmiento se desplomó en el suelo,
Page 245 and 246:
Sola se acercó más, dando princip
Page 247 and 248:
igadier. En la noche del 2 al 3 de
Page 249 and 250:
-¡Ya ve usted qué fino! -Y me hac
Page 251 and 252:
-Después ha fingido hallarse demen
Page 253 and 254:
siglos de los siglos!... Gracias, S
Page 255 and 256:
esos frailunos trajes. Faltaría a
Page 257 and 258:
Chaperón miró a los frailes e hiz
Page 259 and 260:
El padre Alelí palideció, demostr
Page 261 and 262:
Aún no se había separado de sus a
Page 263 and 264:
Eterno Sol, hicieran del deseo de l
Page 265 and 266:
-Adelante -murmuró Alelí satisfec
Page 267 and 268:
-¿En dónde está mi hija? -dijo d
Page 269 and 270:
-Hermano, hermano querido -le dijo
Page 271 and 272:
-Con mucho gusto llevaré conmigo l
Page 273 and 274:
MADRID Octubre de 1877.
Page 275 and 276:
- I - La ciudad de Solsona, que ya
Page 277 and 278:
de estas dos palabras había de nac
Page 279 and 280:
caían con admirable majestad y gra
Page 281 and 282:
-¿Qué deseas tú? Dímelo y veré
Page 283 and 284:
tentativa no tuvo resultado y Pepet
Page 285 and 286:
- IV - -Yo, señora -dijo Tilín- n
Page 287 and 288:
aquel en quien no se puede poner la
Page 289 and 290:
que habrá paz, y yo digo que habr
Page 291 and 292:
seguridades de que tendremos apoyo
Page 293 and 294: hubiera puesto a rezar, esperando v
Page 295 and 296: desenfado, aunque sin fanfarronerí
Page 297 and 298: de los dos criados, y de la señora
Page 299 and 300: Al punto apareció despavorido un h
Page 301 and 302: en treinta mil reales. Alborotáron
Page 303 and 304: Llegó a tierra de Cardona el 1.º
Page 305 and 306: soberbia estampa del caballo, entre
Page 307 and 308: Sonrisa de duda y mofa contrajo los
Page 309 and 310: -Concluyamos. Me repugna esta escen
Page 311 and 312: son guerrilleros. En Barcelona hay
Page 313 and 314: mozos útiles, ni las armas, ni el
Page 315 and 316: aquellos días de tristeza, desgrac
Page 317 and 318: -Será cierto; pero yo necesito ven
Page 319 and 320: que pudiese decir una palabra, cay
Page 321 and 322: -La madre abadesa me ha mandado que
Page 323 and 324: -Tilinillo -le dijo la señora- ant
Page 325 and 326: Según declaró en su último insta
Page 327 and 328: las intrigas, no al plomo ni al fue
Page 329 and 330: que van a poner a nuestra ciudad co
Page 331 and 332: -¿Qué órdenes tenéis? -les dijo
Page 333 and 334: Después de leer tranquilamente por
Page 335 and 336: -¡Ni un momento siquiera! -murmur
Page 337 and 338: Sor Teodora no tenía criada, no ci
Page 339 and 340: parecía, según la expresión de M
Page 341 and 342: infame [169] de las humanas pasione
Page 343: Servet encogió los hombros y volvi
Page 347 and 348: -Se dice que pronto llegarán a Sol
Page 349 and 350: -Contando con el caballo, mañana.
Page 351 and 352: -Señor coronel Navarro, baje usted
Page 353 and 354: Iba despacio, pegado a las casas pa
Page 355 and 356: Entre los peligros, mejor dicho, la
Page 357 and 358: escóndase en cualquier parte... Yo
Page 359 and 360: -Las inmensas fatigas del día de h
Page 361 and 362: -¿Cómo he de salvar a quien no co
Page 363 and 364: -Levántese usted -dijo la de Arans
Page 365 and 366: -Quite usted allá, hombre de Dios
Page 367 and 368: El caballero se dispuso a obedecer.
Page 369 and 370: -No, no es eso. -Hace un rato que s
Page 371 and 372: que coronaba a San Salomó como una
Page 373 and 374: ardorosa fiebre picoteando el ladri
Page 375 and 376: -Yo le vi, yo le vi. -¿A dónde va
Page 377 and 378: grave, que la guerra se haría alza
Page 379 and 380: -A nuestra tierra; los aragoneses p
Page 381 and 382: -¿No le he dicho a usted que no lo
Page 383 and 384: Ya veremos la suerte que les cupo a
Page 385 and 386: alma irritada, objeto que, fijo en
Page 387 and 388: acobarda es capaz de intentar este
Page 389 and 390: -Es usted libre -le dijo-. Pida ust
Page 391 and 392: El padre Juanico se detenía a cada
Page 393 and 394: -¿Ha venido Vuestra Maternidad sol
Page 395 and 396:
-Precisamente para eso. -¿Sí? Por
Page 397 and 398:
-Venga un abrazo. Los dos hombres s
Page 399 and 400:
hombre encerrado en las mazmorras d
Page 401 and 402:
-¡Perdonarte! -dijo-. ¿Y has podi
Page 403 and 404:
El bárbaro guerrero contemplaba em
Page 405 and 406:
-Pero los soldados conocerán el en
Page 407 and 408:
-Y yo culpable, lo sé; el orden na
Page 409 and 410:
-El verdadero amor de los ángeles
Page 411 and 412:
Causole tanto miedo, que corrió ve
Page 413 and 414:
-¡Misericordia, Dios mío! -exclam
Page 415 and 416:
pasiones, las penas incesantes, las
Page 417 and 418:
[5] Los Apostólicos Benito Pérez
Page 419 and 420:
acompañarle. El segundo aniversari
Page 421 and 422:
considerablemente... digo mal, porq
Page 423 and 424:
Juan?... ¡Barástolis! parece uste
Page 425 and 426:
Angelito Seudoquis, el cual, destin
Page 427 and 428:
sala de hermoso papel imitando már
Page 429 and 430:
arreglaba las gafas de oro, cuya te
Page 431 and 432:
muy pocas pinceladas tendría que a
Page 433 and 434:
- IV - Cuando Sola se vio junto a e
Page 435 and 436:
-Aguarde usted. Mandaré a casa por
Page 437 and 438:
El objeto de los Numantinos era, co
Page 439 and 440:
sobre la albarda. Era el mismo demo
Page 441 and 442:
se hallaba en crisis. Enviaban la p
Page 443 and 444:
que llamamos paz es entre nosotros
Page 445 and 446:
a la nación destituida. El que can
Page 447 and 448:
-¿En casa de Marcoartú? -Requeten
Page 449 and 450:
-Y también: Cuentas de beato y uñ
Page 451 and 452:
de Malinas... lo recibí la semana
Page 453 and 454:
Doña Cruz era una mujercita seca y
Page 455 and 456:
No pudo seguir porque el muchacho,
Page 457 and 458:
-¿Por qué? -Yo tengo mis razones
Page 459 and 460:
-El cual, o yo soy incapaz de sacra
Page 461 and 462:
se reverdecen, la niña afectando a
Page 463 and 464:
Ni medio minuto tardó la joven en
Page 465 and 466:
-¡Ah! Sí, perdona, hija... me dis
Page 467 and 468:
silencio reinaba en el comedor. Oí
Page 469 and 470:
¿Pero qué estruendo, qué fragor
Page 471 and 472:
Pero en el mismo instante le acomet
Page 473 and 474:
enterada de lo que pasaba, reprendi
Page 475 and 476:
Y el satírico seguía satirizando
Page 477 and 478:
Mediaba el mes de Marzo cuando esta
Page 479 and 480:
-También está allí; ¡ay! -repli
Page 481 and 482:
Seria, cejijunta, descolorida Jenar
Page 483 and 484:
de un realismo espantoso y aterrado
Page 485 and 486:
escalones se echaban de un lado com
Page 487 and 488:
de una horquilla o flecha, como cor
Page 489 and 490:
abatimiento? Aquí no hay nada que
Page 491 and 492:
-Y el ejército -declaró el conde
Page 493 and 494:
-Voy a contar a ustedes, señores -
Page 495 and 496:
-Sí, que limpien, que despojen...
Page 497 and 498:
Miyar, que no era travieso, ni abog
Page 499 and 500:
tantos monstruos terribles, los leo
Page 501 and 502:
«aquí está la Guardia Real Grana
Page 503 and 504:
casaca verde, y por último entraro
Page 505 and 506:
alegre campiña inundada de luz, D.
Page 507 and 508:
engaño. Ello es que bajó y por la
Page 509 and 510:
venalidad fue también llave de aqu
Page 511 and 512:
prado, respetando la huerta, donde
Page 513 and 514:
perrillos y perrazos salieron a rec
Page 515 and 516:
-Más flojo -dijo Sola. -¿Así? -N
Page 517 and 518:
-No sé -dijo- ni me importa. Despu
Page 519 and 520:
-Decía que el negocio de usted es
Page 521 and 522:
un susurro. Es algo que ha hecho li
Page 523 and 524:
- XXVII - Tenía sus papeles en reg
Page 525 and 526:
en conclusión, chico, esta tarde t
Page 527 and 528:
que articulaban los labios, había
Page 529 and 530:
Hablaron un rato de aquel singular
Page 531 and 532:
-Como si lo fuera. He dado mi palab
Page 533 and 534:
de la ventana para verle salir y qu
Page 535 and 536:
se diferenciaba de su pastor en lo
Page 537 and 538:
inspiración. Se acaba la poesía q
Page 539 and 540:
Y diciéndolo, el anciano levantó
Page 541 and 542:
mueva. ¿Quién será el juglar de
Page 543 and 544:
Ni que me maten dejaré de hablar d
Page 545 and 546:
mano, la bondadosa boca contraída
Page 547 and 548:
-¡Pobre Fernando! -exclamó D. Car
Page 549 and 550:
-No ambiciono ser rey; antes por el
Page 551 and 552:
ser obispo?... ¡Le digo a usted, a
Page 553 and 554:
-Cuando vine aquí persistía en mi
Page 555 and 556:
veía disminuir el número de los q
Page 557 and 558:
el ejército se pronunciaría por D
Page 559 and 560:
modo el ánimo del lector queda per
Page 561 and 562:
asgó con furia en multitud de peda
Page 563 and 564:
Un faccioso más y algunos frailes
Page 565 and 566:
De esta manera un poco artificiosa
Page 567 and 568:
-¡Si yo no existiese!... ¿Y ella
Page 569 and 570:
nadie, porque sepa usted, Sr. D. Sa
Page 571 and 572:
instalado en habitación propia que
Page 573 and 574:
lado dábale palmaditas en el hombr
Page 575 and 576:
canalla de los clubs. De modo que e
Page 577 and 578:
-Mal -respondió el de la barba dan
Page 579 and 580:
-Eso es lo que pido a Dios con todo
Page 581 and 582:
Después de mirar un rato muy hosca
Page 583 and 584:
El otro leía, leía. Salvador le m
Page 585 and 586:
siempre con horror?... Déjame en p
Page 587 and 588:
de mi carácter entero y de mi hono
Page 589 and 590:
-Mire usted que soy algo pícara -d
Page 591 and 592:
-¡Oh! quién sabe... Ahora todo se
Page 593 and 594:
con mucho afecto. Era de edad media
Page 595 and 596:
compañía algunas cafeteras de lar
Page 597 and 598:
González Bravo, un mozo terrorista
Page 599 and 600:
-¡Ya les hemos cogido! ¡buena caz
Page 601 and 602:
hacer pueblo, para gritar, para met
Page 603 and 604:
- VIII - Las escenas y conversacion
Page 605 and 606:
páginas vivas y reales, abiertas e
Page 607 and 608:
quería abrazar a D. Miguel (otro q
Page 609 and 610:
juventud, con el rostro alegre y ex
Page 611 and 612:
-Casi siempre, sí; pero a veces er
Page 613 and 614:
La actitud firme de Sola, la energ
Page 615 and 616:
parches era quien vendía, cuando a
Page 617 and 618:
su carne había crecido y el oro no
Page 619 and 620:
-Rumalda -dijo esta después de med
Page 621 and 622:
-Padre, por amor de Dios -dijo Naza
Page 623 and 624:
-¡Pues y tú!.. -exclamó Tablas,
Page 625 and 626:
extraordinaria! El primero en quien
Page 627 and 628:
- XIII - ¡Qué lejos estaba el exc
Page 629 and 630:
Era el capitán de todas las fechor
Page 631 and 632:
No marchaba muy bien el negocio que
Page 633 and 634:
inquisidor que amigo, y no llevase
Page 635 and 636:
(nos consta que empleó la misma fr
Page 637 and 638:
sorprendía ahora de verso ocupado
Page 639 and 640:
El héroe se detuvo y la miró con
Page 641 and 642:
en tu existencia, y poner a tus sen
Page 643 and 644:
-Hoy es 1.º de Octubre -dijo Sola,
Page 645 and 646:
-Quizás empiece otra... Pero, al f
Page 647 and 648:
Oyeron las alegres campanillas de l
Page 649 and 650:
-¿Yo? -dijo Salvador, condoliéndo
Page 651 and 652:
Cuando Elías Orejón entró en cas
Page 653 and 654:
Orejón llenó obra vez las tres co
Page 655 and 656:
Pasado algún tiempo, oyose reprodu
Page 657 and 658:
Boteros tenía en aquella tarde ocu
Page 659 and 660:
«¿Pero es verdad que Madrid ha pr
Page 661 and 662:
-Yo estoy cuerdo y sé lo que me di
Page 663 and 664:
por decirlo así, de lo que resulta
Page 665 and 666:
-Oye tú, si me sacas de esta cama,
Page 667 and 668:
casas de Pamplona, de la catedral,
Page 669 and 670:
-Ocupaciones graves, gravísimas -r
Page 671 and 672:
los puestos de peligro... Esta idea
Page 673 and 674:
querido afeitarse, ya no parecía t
Page 675 and 676:
-Bueno, pues ahora mismo. Temo que
Page 677 and 678:
viejos, y al lado del niño, precoz
Page 679 and 680:
Poco después Navarro dormía, y en
Page 681 and 682:
Navarro no fue breve en aquella oca
Page 683 and 684:
Aquella misma tarde partió Salvado
Page 685 and 686:
Mientras Romualda sube, dejando al
Page 687 and 688:
Gracián y el otro clérigo se sent
Page 689 and 690:
-¡Sacrilegio, profanación! -excla
Page 691 and 692:
Gracián procuró animar con palabr
Page 693 and 694:
politicastro de estos que con cuatr
Page 695 and 696:
-Me parece muy acertada. -Vivimos c
Page 697 and 698:
llevársela de este mundo. No se le
Page 699 and 700:
en las cubas de los aguadores, el u
Page 701 and 702:
con un partido, con el partido libe
Page 703 and 704:
- XXVIII - Aquella mañana había f
Page 705 and 706:
de su paso acertó a encontrarse ju
Page 707 and 708:
¡Santo Dios, si la epidemia le ata
Page 709 and 710:
enfermería de su convento, ya comp
Page 711 and 712:
pulverulentas. Con toda la finura y
Page 713 and 714:
poco formal a meterme en sabiduría
Page 715 and 716:
Lo que comúnmente se llama Histori
Page 717 and 718:
verdadero museo de las artes del di
show all

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

Delete template?

Save as template?