13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

muchachos? Si no hay en el mundo ser alguno más digno <strong>de</strong> lástima... ¡Pobre viejecillo!<br />

Me he propuesto hacer una buena obra <strong>de</strong> caridad y lo he <strong>de</strong> conseguir. Yo he <strong>de</strong> traer a<br />

este infeliz a la razón. ¿Y [88] cómo? Asistiéndole, cuidándole, dándole <strong>de</strong> comer<br />

cositas buenas y sabrosas, arreglándole su ropa para que esté <strong>de</strong>cente y no tenga frío,<br />

proporcionándole todo lo necesario para que no carezca <strong>de</strong> nada y tenga una vejez<br />

alegre y pacífica.<br />

Estas palabras <strong>de</strong>bieron <strong>de</strong> hacer ligera impresión en el espíritu <strong>de</strong>l viejo, porque<br />

moviendo la cabeza, se <strong>de</strong>jó acariciar y no dijo nada.<br />

-Jesucristo nos manda hacer el bien a los pobres, cuidar a los enfermos y aliviar a los<br />

menesterosos- añadió Sola acercando su gracioso rostro a la rugosa efigie <strong>de</strong>l<br />

vagabundo-. Y cuando esto se hace con enemigos, el mérito es mayor, mucho mayor, y<br />

el placer <strong>de</strong> hacerlo también aumenta. Recordando que este pobre iluso y fanático negó<br />

un vaso <strong>de</strong> agua a mi padre en un trance terrible, más me alegro <strong>de</strong> hacerle beneficios,<br />

sí, porque a<strong>de</strong>más yo sé que este <strong>de</strong>sgraciado vejete loco no es malo en realidad, ni<br />

carece <strong>de</strong> buen corazón, sino que por causa <strong>de</strong>l con<strong>de</strong>nado fanatismo hizo aquella y<br />

otras malda<strong>de</strong>s... Por consiguiente, papá Sarmiento, aquí estarás encerradito, comiendo<br />

bien y cenando mejor, libre <strong>de</strong> chicos, <strong>de</strong> insultos, <strong>de</strong> atropellos, <strong>de</strong> hambre y <strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z;<br />

aquí vivirás tranquilo, haciéndome [89] compañía, porque yo soy sola como mi nombre,<br />

y estaré sola por mucho tiempo, quizás toda la vida... ¿Quedamos en eso? Ya ves que te<br />

tuteo en señal <strong>de</strong> parentesco y familiaridad.<br />

-¡Ah! mujer melosa y liviana -dijo Sarmiento haciendo un esfuerzo <strong>de</strong> energía,<br />

semejante al <strong>de</strong> los anacoretas cuando se veían en gran<strong>de</strong> y peligrosa tentación-. ¡Quita<br />

allá! mi alma es <strong>de</strong>masiado fuerte para sucumbir a tus pérfidos halagos.<br />

-Esta noche cenaremos -dijo Soledad hablando como cuando se les anuncia a los<br />

niños lo que han <strong>de</strong> comer-. Oye tú lo que cenaremos: pollo, chuletas, uvas...<br />

Iba contando por los <strong>de</strong>dos cada cosa, y haciendo gran pausa en cada parada.<br />

-Mañana -añadió-, voy a ocupar a mi ancianito en cosas útiles. Me ha <strong>de</strong> trabajar<br />

para que pueda tratarle bien. Yo necesito reformar mi letra, porque escribo patas <strong>de</strong><br />

mosca y no tengo ortografía. El viejecillo me dará lección todas las noches. Por el día le<br />

emplearé en algo que le entretenga. Darele buenos libros... nada <strong>de</strong> política... y cuando<br />

esté domesticado, le sacaré a paseo por las tar<strong>de</strong>s.<br />

A D. Patricio se le hume<strong>de</strong>cieron los ojos. Difícil es saber lo que pasaba en su alma.<br />

[90]<br />

-¿Y mi gloria, pero esa gloria que me está llamando? -dijo dando fuerte porrazo en el<br />

brazo <strong>de</strong> la silla-. ¡Vaya un modo <strong>de</strong> hacer carida<strong>de</strong>s, señora, quitándole a uno la<br />

inmortalidad, el lauro <strong>de</strong> oro que se le tiene <strong>de</strong>stinado!<br />

D. Patricio dijo esto con una seriedad que hacía llorar y reír al mismo tiempo.<br />

-¿Qué gloria? -repuso Soledad-. No conozco sino la que Dios da a los que se portan<br />

bien y cumplen sus mandamientos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!