13.04.2013 Views

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

16 a 20 - Weblog de Francesc Martínez Mateo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-¡Oh! Señora, toca usted una fibra <strong>de</strong> mi corazón que siempre respon<strong>de</strong>, aun cuando<br />

la hieran con puñal.<br />

-Sí, sí, amigo mío. Usted es generoso y noble en gran manera. Para que la diferencia<br />

entre los dos sea siempre gran<strong>de</strong>, para que usted sea siempre un caballero y yo una<br />

miserable, págueme usted como pagan en todas ocasiones las almas elevadas. Pues yo<br />

me he portado mal, pórtese usted bien conmigo. Haga cada cual su papel. Cumpla usted<br />

el precepto que manda volver bien por mal. Así crecerá más a mis ojos; así me abatiré<br />

yo más a los suyos; así su generosidad será mayor y mi culpa más gran<strong>de</strong> también, y<br />

usted tendrá en su vida una página más gloriosa que la victoria que acaba <strong>de</strong> alcanzar<br />

frente al enemigo.<br />

-Comprendo lo que usted me dice -murmuró el francés, <strong>de</strong>scansando por breve rato<br />

su frente en la palma <strong>de</strong> la mano-. Yo seré siempre digno <strong>de</strong> mi nombre.<br />

-¡Caballero leal antes, ahora y siempre! -exclamé yo.<br />

-Bien, señora -dijo levantándose y alargándome la mano que estreché cordialmente-.<br />

[283] Lo que usted <strong>de</strong>sea <strong>de</strong> mí es bastante claro.<br />

-Sí.<br />

-Y yo -añadió con manifiesta emoción- empeño mi palabra <strong>de</strong> honor...<br />

-¡Oh!, lo esperaba, lo esperaba.<br />

-Doy mi palabra <strong>de</strong> honor <strong>de</strong> hacer cuanto esté en mi mano para <strong>de</strong>volver a usted la<br />

felicidad, entregándole a su amante.<br />

-Gracias, gracias -exclamé <strong>de</strong>rramando lágrimas <strong>de</strong> admiración y agra<strong>de</strong>cimiento.<br />

El Con<strong>de</strong>, saludándome ceremoniosamente, se retiró. De buena gana le habría dado<br />

un abrazo.<br />

- XXXV -<br />

¡Qué días pasaron! Yo contaba las horas, los minutos, como si <strong>de</strong> la duración <strong>de</strong><br />

ellos <strong>de</strong>pendiese mi vida. Entre españoles y franceses era opinión corriente que la<br />

guerra acabaría pronto, que Cádiz expiraba, que las Cortes se morían por momentos. Sin<br />

embargo, aún resistía el Gobierno liberal y sus secuaces, como la bestia herida que no<br />

quiere soltar su presa mientras tenga un hálito <strong>de</strong> existencia. Esta [284] constancia no<br />

carecía <strong>de</strong> mérito, y lo tendría mayor si se empleara en causa menos perdida. ¡Qué<br />

sacrificio tan inútil! No tenían hombres, porque los alistamientos no producían efecto.<br />

No tenían dinero, porque el empréstito que levantaron en Londres produjo... una libra<br />

esterlina. Yo creo que si mi espíritu hubiera estado en disposición <strong>de</strong> admirar algo,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!