El Huevo Del Cuco
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Clifford Stoll<br />
<strong>El</strong> <strong>Huevo</strong> <strong>Del</strong> <strong>Cuco</strong><br />
que pase por Virginia para llegar a un ordenador de Pasadena. Y si vive en Virginia, ¿por<br />
qué pasar por Mitre para marcar otro número de Virginia?<br />
Supongamos que el hacker utilizara Mitre para realizar todas sus llamadas, a excepción de<br />
las locales. Esto significaría que todos los estados que figuraran en las cuentas telefónicas<br />
de Mitre no serían su domicilio. Por este procedimiento se eliminaban Virginia, California,<br />
Alabama, Texas, Nebraska y otra docena dé estados; pero no conducía a nada, ni parecía<br />
muy convincente.<br />
Llamé a algunos de los lugares que figuraban en las cuentas telefónicas de Mitre. <strong>El</strong> hacker<br />
se había infiltrado en una universidad de Atlanta, Georgia. <strong>El</strong> director del sistema no lo<br />
había detectado, pero tampoco era probable que lo hiciera.<br />
—Nuestro sistema es bastante abierto —me dijo—. Muchos estudiantes conocen la clave<br />
del sistema. La operación de nuestro ordenador se basa en la confianza.<br />
Ésta era una forma de dirigir un ordenador, dejando todas las puertas abiertas. Me<br />
recordaba a uno de mis profesores de física que nunca cerraba la puerta de su despacho y<br />
cualquiera podía entrar en el mismo. Claro que tampoco le habría servido de gran cosa,<br />
puesto que guardaba todas sus notas en chino.<br />
Hablando con Ray descubrí una nueva faceta del hacker. Hasta entonces había visto cómo<br />
se aprovechaba de los sistemas Unix, pero el de Ray era un ordenador Vax con un sistema<br />
operativo VMS. Puede que el hacker no conociera la variante de Berkeley del Unix, pero<br />
indudablemente sabía cómo infiltrarse en los sistemas Vax-VMS.<br />
Desde 1978 la Digital Equipment Corporation fabricaba ordenadores Vax, los primeros de<br />
32 bits. No alcanzaban a satisfacer la enorme demanda; en 1985 habían vendido más de<br />
cincuenta mil unidades, a doscientos mil dólares cada una. En su mayor parte utilizaban el<br />
sistema operativo VMS, que era fácil y versátil, aunque algunos espíritus de contradicción<br />
habían preferido la potencia del Unix.<br />
Tanto el Unix como el VMS dividen los recursos del ordenador, para proporcionarle a cada<br />
usuario una área independiente. Existe también un espacio reservado al sistema y un<br />
espacio común, que puede ser compartido por lodos.<br />
Cuando se instala y conecta por primera vez el aparato, de algún modo hay que poder crear<br />
espacios para los usuarios. Si la máquina llega ya protegida con palabras clave, no se va a<br />
poder conectar por primera vez.<br />
La respuesta de Digital Equipment Company consistió en dotar a cada uno de sus<br />
ordenadores Vax-VMS de tres cuentas, con sus claves respectivas. Son las siguientes:<br />
cuenta SYSTEM, clave «MANAGER»; cuenta FIELD, clave «SERVICE», y cuenta<br />
USER, clave «USER».<br />
Las instrucciones dicen que se ponga el sistema en funcionamiento, se creen nuevas<br />
cuentas para los usuarios y a continuación se cambien las claves mencionadas. Poner un<br />
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