11.05.2013 Views

El Huevo Del Cuco

El Huevo Del Cuco

El Huevo Del Cuco

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Clifford Stoll<br />

<strong>El</strong> <strong>Huevo</strong> <strong>Del</strong> <strong>Cuco</strong><br />

construirse otros programas. Incluso lleva incorporado su propio servicio de mensajería.<br />

Naturalmente, nuestros físicos exigían Gnu y, con la esperanza de vender un mayor<br />

número de ciclos informáticos, no tuvimos ningún inconveniente en instalarlo.<br />

<strong>El</strong> único problema era un bug en el software.<br />

Tal como había sido instalado en nuestro ordenador Unix, el editor Gnu-Emacs nos<br />

permite trasladar una ficha desde su propio directorio al de cualquier otro de un modo<br />

inusual. No comprueba quién la recibe, ni siquiera si la desea. Se limita a cambiar el título<br />

y propiedad de la ficha en cuestión. Así se transfiere la propiedad de una ficha de uno a<br />

otro.<br />

No supone ningún problema que uno le mande una ficha a otro, siempre y cuando no<br />

pueda introducirla en la zona protegida de los sistemas, donde sólo se permite la entrada al<br />

director de los mismos. <strong>El</strong> software de Stallman debía haberlo tenido en cuenta.<br />

Pero Gnu no lo comprobaba. Permitía que cualquiera introdujera una ficha en los espacios<br />

protegidos del sistema. <strong>El</strong> hacker lo sabía, pero nosotros no.<br />

<strong>El</strong> hacker había utilizado Gnu para reemplazar la versión legítima del sistema por su propia<br />

ficha especial atrun. Al cabo de cinco minutos el sistema había incubado el huevo y tenía<br />

en sus manos las llaves del ordenador.<br />

Había utilizado dicha técnica para engañar al ordenador y conseguir que le otorgara poder.<br />

Donde el ordenador esperaba encontrar el programa legítimo había introducido el falso. En<br />

el momento en que el Unix ejecutó el atrun falsificado, se convirtió en superusuario. La<br />

operación dependía plenamente de su capacidad para trasladar una ficha donde se le<br />

antojara.<br />

Gnu era el agujero en nuestro sistema de seguridad. Un bug sutil en una sección recóndita<br />

de un programa popular. Instalado a ciegas por nuestros programadores de sistemas, a<br />

nadie se le había ocurrido que pudiera destruir por completo nuestro sistema de seguridad.<br />

Ahora lo comprendía. Nuestro amigo se había introducido en una cuenta de invitado,<br />

adquirido privilegios gracias al agujero del Gnu y a continuación agregado una nueva<br />

cuenta a las fichas del ordenador.<br />

En las primeras hojas impresas que tenía ante mí se veía cómo el cuco preparaba el nido,<br />

ponía el huevo y esperaba a que incubara. A lo largo de los próximos 20 metros de papel,<br />

el joven cuco ponía a prueba sus alas.<br />

En su calidad de superusuario, nuestro sistema estaba en sus manos. Lo primero que hizo<br />

fue eliminar sus huellas: volvió a conectar la copia legítima de atrun donde correspondía.<br />

A continuación hizo un listado de la correspondencia electrónica de todos nuestros<br />

usuarios, noticias, rumores y cartas de amor. Averiguó los cambios realizados en el<br />

ordenador a lo largo del último mes, las becas solicitadas y los nuevos contratos. Examinó<br />

Página 23 de 331

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!