11.05.2013 Views

El Huevo Del Cuco

El Huevo Del Cuco

El Huevo Del Cuco

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Clifford Stoll<br />

<strong>El</strong> <strong>Huevo</strong> <strong>Del</strong> <strong>Cuco</strong><br />

—¿Dónde has estado? ¡Apuesto a que alternando con fulanas! —sonrió maliciosamente<br />

Claudia, para darme la bienvenida.<br />

—No. Me he reunido con espías morenos y apuestos, de gabardina, en callejones oscuros.<br />

—¿Has traído uno para mí?<br />

Claudia andaba permanentemente a la busca de un buen ejemplar masculino.<br />

No tuve tiempo de elaborar una respuesta inteligente porque Martha me abrazó por la<br />

espalda y me levantó del sucio.<br />

—Te he echado de menos —dijo, dejándome en el suelo, mientras me daba un beso.<br />

Es divertido, aunque algo desconcertante, vivir con una mujer capaz de derrotarme en un<br />

combate de lucha libre.<br />

Me preocupaba que estuviera enojada conmigo por haberla dejado de nuevo sola, pero se<br />

limitó a encogerse de hombros.<br />

—Tienes suerte, todavía no hemos cenado. Ven a la cocina y échame una mano.<br />

Martha preparaba su famoso curry, que empieza con un coco fresco. Había ido al patio<br />

posterior para romper el coco con un martillo, cuando oí que Laurie llegaba en su moto.<br />

Laurie era la mejor amiga de Martha, con quien había compartido la habitación en la<br />

universidad. A pesar de su truculento aspecto —cabello casi rapado, chaqueta de cuero,<br />

botas y camiseta negra—, era una dócil muchacha campestre de Nuevo México. <strong>El</strong> vínculo<br />

entre ella y Martha era tan especial, que me sentía ligeramente celoso. Pero supongo que<br />

aprobé el examen, porque nos trataba a ambos como miembros de la familia.<br />

—Hola, Cliffer —me dijo, manoseándome el cabello.<br />

Observó el apetitoso coco y adivinó lo que íbamos a comer. Entró en la casa, abrazó a<br />

Martha, le guiñó el ojo a Claudia y levantó al gato del suelo.<br />

—Deja a ese gandul y ven a cortar cebollas —ordenó Martha, déspota de la cocina.<br />

Por fin apareció la comida en la mesa: una fuente de arroz al curry, acompañado de<br />

verduras, fruta seca, pasas, fruta fresca y chutney. Si crece, Martha lo prepara al curry.<br />

—A propósito —preguntó Laurie—, ¿dónde has estado estos dos últimos días?<br />

—Me llamaron a Washington —respondí—. Los Reagan, ya sabes, me invitaron a cenar.<br />

No quise decirle que había estado con un montón de espías y detectives. Laurie odiaba al<br />

gobierno y no deseaba contrariarla.<br />

—Dime, ¿qué vestía Nancy? —sonrió afectadamente Laurie mientras se servía el tercer<br />

plato de curry—. ¿Y qué noticias hay sobre el hacker al que persigues?<br />

Página 244 de 331

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!