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El Huevo Del Cuco

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Clifford Stoll<br />

—Tú darás la señal, Cliff.<br />

<strong>El</strong> <strong>Huevo</strong> <strong>Del</strong> <strong>Cuco</strong><br />

La próxima vez que el hacker tocara mi sistema, llamaría al FBI y a Tymnet. <strong>El</strong>los<br />

localizarían la llamada, avisarían al BKA alemán y la policía entraría en el piso.<br />

Por fin, después de diez meses...<br />

¿Aparecería de nuevo? ¿Qué ocurriría si no lo hacía? ¿Le detendrían a pesar de todo o<br />

abandonarían el caso? Con mi suerte, probablemente lo abandonarían.<br />

Pasé el fin de semana en casa con Martha y me presenté en el laboratorio el domingo por la<br />

noche. Con un poco de suerte, el hacker conectaría con la cuenta de Sventek, yo llamaría al<br />

FBI y, mientras copiaba una de mis fichas ficticias, la policía irrumpiría en su piso. Le<br />

imaginaba intentando ocultar desesperadamente el ordenador, mientras los guardias<br />

derribaban la puerta.<br />

Con este sueño me acurruqué bajo el escritorio, envuelto en un edredón que Martha y yo<br />

habíamos confeccionado el invierno pasado. En caso de que fallara mi localizador, dos<br />

ordenadores personales se ocupaban de la vigilancia, ambos conectados a un timbre.<br />

Después de diez meses, no estaba dispuesto a perderme el gran momento.<br />

Por la tarde del lunes, 22 de junio, Wolfgang Hoffman telegrafió el siguiente mensaje:<br />

«Prevista detención inminente. Comunicádnoslo inmediatamente si aparece el hacker.»<br />

De acuerdo, estoy esperando. Cada pocos minutos voy a la centralita y todo está tranquilo.<br />

Un par de físicos están utilizando Tymnet para analizar ciertos superconductores de alta<br />

temperatura. Pero no hay otro tráfico. Mis alarmas y detectores en posición, pero ni rastro<br />

del intruso.<br />

Una nueva noche bajo la mesa.<br />

Martes por la mañana, 23 de junio, llama Mike Gibbons del FBI.<br />

— Puedes echar la persiana, Cliff.<br />

—¿Qué ha ocurrido?<br />

—Esta mañana, a las diez, se ha dado la orden de detención.<br />

—Pero yo no he visto a nadie en mi sistema.<br />

—No importa.<br />

—¿Alguien detenido?<br />

—No puedo hablar de eso.<br />

—¿Dónde estás, Mike?<br />

—En Pittsburgh.<br />

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