11.05.2013 Views

El Huevo Del Cuco

El Huevo Del Cuco

El Huevo Del Cuco

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Clifford Stoll<br />

<strong>El</strong> <strong>Huevo</strong> <strong>Del</strong> <strong>Cuco</strong><br />

Ahora hacía varios años que Martha Matthews y yo vivíamos juntos, y hacía casi diez años<br />

que nos conocíamos. Habíamos llegado a conocernos tan a fondo, que me resultaba difícil<br />

recordar la época en que no la conocía.<br />

Mis viejos amigos sacudían la cabeza. Nunca me habían visto tanto tiempo con una misma<br />

mujer. Solía enamorarme, pasar un par de años con alguien, pero acabábamos por<br />

cansarnos el uno del otro y seguir cada uno nuestro camino. Todavía conservaba la amistad<br />

de varias ex amantes, pero nuestros idilios no eran nunca duraderos. Siempre había sido<br />

cínico y sarcástico, procurando no intimar nunca excesivamente con nadie.<br />

Pero la vida con Martha parecía diferente. A lo largo del tiempo, lentamente, las barreras<br />

habían ido derribándose una tras otra. <strong>El</strong>la insistía en que habláramos de nuestras<br />

diferencias, exigía que le explicara las razones de mi genio y estados de ánimo, y que<br />

pensáramos en la forma de compaginar mejor. A veces era insoportable —detestaba<br />

charlar cuando estaba furioso—, pero solía funcionar.<br />

Descubrí que sentía instintos hogareños. Una tarde perfecta consistía en quedarme en casa,<br />

instalando un interruptor, plantando bulbos o soldando el marco de una cristalera. Pasamos<br />

muchas noches tranquilas, cosiendo, leyendo o jugando al «intellect». Comencé a<br />

sentirme...<br />

¿Casado? ¿Quién, yo? No. Definitivamente, no. <strong>El</strong> matrimonio era embrutecedor, una<br />

trampa para la gente convencional. Casarse creaba la expectativa de ser siempre igual, de<br />

no cambiar nunca, de no hacer jamás nada nuevo. Habría peleas y uno no podría<br />

marcharse, acabaría por cansarse de la misma persona día y noche. Limitador, monótono,<br />

artificial y convencional.<br />

Vivir juntos era otra cosa. Ambos éramos libres. Optábamos libremente por compartir<br />

nuestras vidas día a día, y tanto ella como yo podíamos marcharnos si nuestra relación<br />

dejaba de ser satisfactoria. Así era mejor y Martha parecía contenta.<br />

Maravilloso.<br />

Pero me preguntaba si seguiría tan alegre en el caso de que pasara las próximas semanas<br />

durmiendo en el laboratorio.<br />

Tres semanas para capturar a un hacker. ¿Cuánto tardaría? Tal vez un par de días para<br />

organizar el seguimiento, unos días más para localizarle en las redes de comunicaciones y<br />

finalmente atraparle. Probablemente necesitaríamos la cooperación de la policía y para ello<br />

habría que agregar un par de días más. Podíamos solucionarlo en un par de semanas y<br />

entonces volvería a dirigir un ordenador y, tal vez, a practicar un poco de astronomía.<br />

Teníamos que confeccionar una red lo suficientemente fina para atrapar al hacker, pero lo<br />

bastante gruesa para que nuestros científicos pudieran cruzarla. Tendría que detectar al<br />

hacker en el momento en que conectara y llamar a los técnicos de Tymnet para localizar la<br />

llamada.<br />

Página 29 de 331

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!