11.05.2013 Views

El Huevo Del Cuco

El Huevo Del Cuco

El Huevo Del Cuco

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Clifford Stoll<br />

<strong>El</strong> <strong>Huevo</strong> <strong>Del</strong> <strong>Cuco</strong><br />

No me gustaba el sistema de White Sands. Nunca lograba recordar las claves generadas<br />

por el ordenador y, por consiguiente, las escribía en mi cartera, o junto a mi terminal. Era<br />

preferible que la gente pudiera elegir su propia palabra clave. Evidentemente, algunos<br />

escogerían palabras fáciles de adivinar, como su propio nombre, pero por lo menos no se<br />

quejarían de tener que recordar palabras absurdas como «tremvonk» y no las escribirían en<br />

ningún lugar.<br />

Sin embargo, el hacker había logrado penetrar en mi sistema, mientras que el de White<br />

Sands le había rechazado. Puede que las palabras clave elegidas al azar, repulsivas y<br />

disonantes, ofrecieran mayor seguridad. No lo sé.<br />

Había seguido las órdenes de mi jefe. <strong>El</strong> FBI no se interesaba por nosotros, pero los<br />

sabuesos de las fuerzas aéreas se ocupaban del caso. Además, había informado a White<br />

Sands que alguien intentaba entrar clandestinamente en sus ordenadores. Satisfecho de mi<br />

labor, me reuní con Martha en una parada de pizzas vegetarianas y, mientras degustábamos<br />

unas crujientes espinacas al pesto, le hablé de los sucesos del día.<br />

—Bien, Natasha, primera misión cumplida.<br />

— ¡Maravilloso, Boris, menuda victoria! Boris..., ¿cuál es la primera misión?<br />

—Hemos establecido contacto con la policía secreta de las fuerzas aéreas, Natasha.<br />

—¿En serio, Boris?<br />

—Y hemos ordenado la pizza secreta.<br />

—Pero, Boris, ¿cuándo capturaremos al espía?<br />

—Paciencia, Natasha. Ésta es la segunda misión.<br />

No nos pusimos a hablar en serio hasta que empezamos a andar hacia casa.<br />

—Esto se pone cada vez más peliagudo —dijo Martha—. Empezó como un juego,<br />

persiguiendo a algún bromista local, y ahora tratas con militares trajeados y sin sentido del<br />

humor. Cliff, no son tu tipo de gente.<br />

—Se trata de un proyecto inofensivo y posiblemente provechoso, que los mantendrá<br />

ocupados —me defendí mal-humorado—. Después de todo, esto es lo que se supone que<br />

deben hacer, excluir a los malos.<br />

—Sí, pero ¿y tú qué, Cliff? —insistió Martha—. ¿Qué haces tratando con esa gente?<br />

Comprendo que hables con ellos, ¿pero hasta qué punto te estás involucrando?<br />

—Cada paso me parece perfectamente correcto desde mi punto de vista —respondí—. Soy<br />

un director de sistema que intenta proteger su ordenador. Si alguien penetra<br />

clandestinamente en el mismo, tengo que expulsarlo. Hacer caso omiso de ese cabrón<br />

equivaldría a permitirle que trastorne otros sistemas. Efectivamente, estoy cooperando con<br />

Página 65 de 331

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!