El Huevo Del Cuco
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Clifford Stoll<br />
<strong>El</strong> <strong>Huevo</strong> <strong>Del</strong> <strong>Cuco</strong><br />
verde, con el capó levantado, los asientos fuera del vehículo y sin dos de sus ruedas. Los<br />
aduaneros la estaban examinando a fondo, en busca de drogas.<br />
Bueno, había recuperado mi sentido de la dignidad.<br />
Hace años no pedí a aquel imbécil que nos arrojara una lata de cerveza, ni ahora había<br />
invitado al hacker a que invadiera mi ordenador. No era mi intención la de perseguirle por<br />
distintas redes; prefería dedicarme a la astronomía.<br />
Pero ahora que había elaborado una estrategia, sólo podía seguirle la pista con cautela y<br />
tenacidad. Así como informando a las pocas autoridades que parecían interesarse. Por<br />
ejemplo, la CÍA.<br />
Roy estaba de vacaciones y, por consiguiente, no sólo no podía ordenarme que abandonara<br />
la investigación, ahora que mis tres semanas habían concluido, sino que tampoco podía<br />
impedir la visita de los agentes de la CÍA. Su sustituto, Dennis Hall, sería quien daría la<br />
bienvenida a los fantasmas.<br />
Dennis es un maestro del Zen, tranquilo e introspectivo, cuyo trabajo consiste en conectar<br />
pequeños ordenadores a superordenadores Cray. Para él las redes son conductos por los<br />
que circula poder informático, de los laboratorios a los despachos. La función de los<br />
pequeños ordenadores es la de hablar con la gente y los grandes ordenadores se reservan<br />
para procesar cifras. Si el ordenador del despacho es demasiado lento, hay que trasladar el<br />
trabajo más duro a un ordenador mayor.<br />
En cierto sentido, Dennis es enemigo de los centros informáticos. Quiere que la gente<br />
utilice ordenadores sin el engorro de la programación. Mientras existan magos y gurús del<br />
software, Dennis no estará satisfecho con la distribución del poder informático.<br />
<strong>El</strong> suyo es un mundo de cables, fibra óptica y vínculos vía satélite. Otros profesionales<br />
miden la capacidad en megabytes de memoria y megaflops de velocidad: millones de<br />
puntos flotantes por segundo. Para Dennis, la capacidad viene determinada por el número<br />
de ordenadores en la red; la velocidad se mide en megabytes por segundo: rapidez de<br />
comunicación de los ordenadores entre ellos. <strong>El</strong> sistema no es el ordenador, sino la red.<br />
Para Dennis el asunto del hacker era un problema de ética social.<br />
—Siempre habrá algunos cretinos metiendo las narices en nuestra información. Me<br />
preocupa que los hackers envenenen la confianza sobre la que se han construido nuestras<br />
redes. Después de muchos años intentando conectar un montón de ordenadores entre sí, un<br />
puñado de imbéciles pueden echarlo todo a rodar.<br />
—Las redes no son más que cables y conexiones —respondí, convencido de que la<br />
confianza no tenía nada que ver con el tema.<br />
—¿Y una carretera interestatal no es más que hormigón, asfalto y puentes? —replicó<br />
Dennis—. Tú sólo ves la parte física y basta del aparato, los cables y comunicaciones. La<br />
verdadera labor no consiste en instalar cables, sino en ponerse de acuerdo para conectar<br />
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