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Jay-Martin-La-Imaginacion-Dialectic-A-Una-Historia

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sistemas. Esto produjo teodiceas como las de Leibnitz<br />

o Hegel, con sus implicaciones quietist&s. Como una indicación<br />

de su arrogancia inherente, la idea de gracia<br />

estaba ausente en toda la obra de los filósofos Clásicos.<br />

Para evitar esto, decía la Escuela de Francfort, había<br />

que preservar la integridad autónoma del objeto natural,<br />

aunque no hasta el extremo de ignorar su interacción<br />

mediada con el sujeto humano. Lo que Marx había<br />

llamado la «humanización de la naturaleza» y la «naturalización<br />

del hombre» 57 era necesario, pero no al precio<br />

de obliterar sus diferencias inherentes.<br />

Lo que debiera comprenderse, por supuesto, es que<br />

durante la década de 1940 el énfasis del Institut era mayor<br />

sobre la necesidad de una reconciliación que sobre<br />

la necesidad de mantener las distinciones. Implícita en<br />

su programa estaba la superación final del abismo entre<br />

ciencias sociales y naturales que Dilthey y sus seguidores<br />

tanto habían contribuido a establecer a fines del siglo<br />

XIX. Esta era una dicotomía, podría añadirse, que en<br />

la década de 1920 había penetrado en la teoría marxista<br />

". Lukács la había aceptado en su lucha contra la<br />

reducción del marxismo a una ciencia natural por parte<br />

de Engels, Kautsky y sus seguidores en la Segunda Internacional.<br />

El joven Marcuse, en su época anterior a su<br />

incorporación al Institut, había subrayado la distancia<br />

insuperable entre historia y naturaleza. «<strong>La</strong> frontera entre<br />

historicidad y no historicidad -escribía en 1930- es<br />

una frontera ontológica» ::.9• Incluso Horkheimer, en su<br />

confrontación favorable de Vico con Descartes, había<br />

apodado la opinión de que el estudio del hombre y el<br />

estudio de la naturaleza no eran exactamente lo mismo.<br />

Aunque nunca repudiara explícitamente esta noción,<br />

la Escuela de Francfort la cuestionó en la década de 1940<br />

al atacar la permanencia de la distinción entre hombre<br />

y naturaleza. Esto no significaba, por supuesto, un re-<br />

·,7 KARL MARX, Early Writings, trad. y é d. por T. B. Bottmore<br />

(Nueva York, !963), p. !55.<br />

511 El propio Marx había esperado alcanzar una única ciencia:<br />

«Un día la ciencia natural incorporará la ciencia del hombre,<br />

así como la ciencia del hombre incorporará la ciencia natural;<br />

habrá una única ciencia)) (Early Writings, p. 164). Sus seguidores<br />

habían olvidado la segunda cláusula de su frase y también ignoraron<br />

el hecho de que Marx había dicho «Un día».<br />

-\) MARCU, «Zum Problcm der Dialektik),, Die Qesellschaft<br />

VII, 1 (enero de 1930), p. 26.<br />

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