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Jay-Martin-La-Imaginacion-Dialectic-A-Una-Historia

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personales. Más aún, a pesar del tono altamente crítico<br />

de los escritos del Institut sobre Estados Unidos, las experiencias<br />

personales de sus miembros habían sido generalmente<br />

favorables. Desde Nicholas Murray Butler en<br />

1934 ' hasta John Slawson una década más tarde, el Institut<br />

había recibiqo apoyo y estímulo de una amplia<br />

variedad de fuentes americanas. Como muchos otros refugiados,<br />

los miembros de la Escuela de Francfort quedaron<br />

agradablemente sorprendidos por el número de<br />

«hombres de buena voluntad» '" que encontraron en Estados<br />

Unidos. En varios casos, durante la guerra se pusieron<br />

de buena gana al servicio del gobierno debido a<br />

un sentimiento de solidaridad con la lucha común de<br />

Estados Unidos contra Hitler. Como resultado, Horkheimer<br />

y los otros sentían una profunda renuencia a cortar<br />

sus vínculos con el país que había sido su hogar durante<br />

unos quince años. En efecto, Horkheimer aceptó permanecer<br />

en Alemania sólo después que se le aseguró que<br />

podría retener su ciudadanía naturalizada. Gracias a una<br />

legislación especial promovida por McCloy y convertida<br />

en ley por el presidente Truman en julio de 1952, se le<br />

permitió conservar su ciudadanía americana a pesar de<br />

su retorno a su país de origen 11•<br />

Quizá todavía más aflígente que los rigores de otro<br />

traslado era la perspectiva de que no todos los miembros<br />

del Institut lo acompañarían de regreso a Alemania. Entre<br />

ellos, sólo Adorno se sentía realmente ansioso por<br />

partir. Años después, explicaría su deseo en estos términos:<br />

<strong>La</strong> decisión de regresar a Alemania apenas estuvo<br />

motivada por simples necesidades subjetivas, por la<br />

nostalgia, aunque apenas pueda negar eso. Había<br />

también una razón objetiva. El idioma. No mera-<br />

9 En la primera carta que me escribió, el 22 de noviembre<br />

de 1968, Horkheimer aludió a la «gran bondad y comprensión»<br />

de Buttler, añadiendo: «Lo encontré por primera vez unas pocas<br />

semanas después de mi llegada a Nueva York y nunca olvidaré<br />

todo lo que le debo.>><br />

1 ° Frase empleada por Pollock durante una conversación en<br />

Lugano, marzo de 1969.<br />

11 Lo mismo ocurrió con Werner Richter. Hay una descripción<br />

de la ley en un recorte en el álbum de Horkheimer, que<br />

generosamente me permitió consultar durante mi estancia en<br />

Montagnola.<br />

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