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Anais DCIMA Final-1

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Página 643<br />

Mismo que reconocemos la importancia de las instituciones escolares en el proceso de escolarización,<br />

socialización y culturización humanas, no podemos ignorar su papel normativo de las personas a través de las<br />

disciplinas (ALTHUSSER, 1983), del trabajo de los profesores (BOURDIEU, 1999; APPLE, 1.982, 1989;<br />

GIROUX, 1.987,), de la organización curricular (APPLE, 1.989; BERSTEIN, 1.988), etc., las mismas que<br />

acaban transmitiendo e implementando la ideología y los intereses del sistema social y económico vigente; de<br />

manera que la educación acaba se constituyendo en un mecanismo de reproducción social, económico y<br />

político que, además de regular la vida material y biológica de las personas también influencia y regula sus<br />

pensamientos, convicciones, creencias, ideología; de manera que la educación se constituye en una biopolítica,<br />

en el sentido de que ella también contribuye en la regulación de la vida biológica e ideológica teniendo en<br />

cuenta que : “o controle da sociedade sobre os indivíduos não se opera simplesmente pela consciência ou pela<br />

ideologia, mas começa no corpo, com o corpo. Foi no biológico, no somático, no corporal que, antes de tudo,<br />

investiu a sociedade capitalista” (FOUCAULT, 1.990. p. 80).<br />

Sin embargo, mismo que admitamos que el sistema social, político y económico interfiere en la vida<br />

y organización escolar, con la finalidad de perpetuar el sistema y sus intereses, es importante rescatar el “papel<br />

formador” y humanizador de las instituciones escolares, las mismas que deben buscar el desarrollo y bienestar<br />

de las personas de manera que se sientan sujetos-actores de su vida en sociedad, sin perder su individualidad.<br />

En este contexto, y considerando que los procesos de subjetivación son procesos interpersonales e<br />

históricos, conviene estar claros de qué “subjetividad” estamos hablando; pues, debemos estar conscientes de<br />

la existencia de una diversidad de conceptualizaciones sobre “subjetividad”. Dueñas, por ejemplo, nos habla<br />

de una “subjetividad mediática” cuando se refiere al hecho de que en la actualidad la multiplicidad y<br />

familiaridad de las nuevas generaciones con los recursos multimedios proveen “referencias culturales<br />

novedosas para las identidades en construcción de los niños, como también en los adultos, y -como<br />

consecuencia- en la modalidades de vinculación intersubjetivas” (DUEÑAS, citado en Revista Generaciones,<br />

2.012, p. 23); en ese sentido, podemos observar que no solamente nuestras interacciones humanas nos permiten<br />

estructurar nuestra subjetividad y nuestra identidad, sino también los recursos tecnológicos comunicacionales<br />

e informacionales, pues en la actualidad estos instrumentos mediáticos, en la medida que han facilitado nuestra<br />

vida, también acaban influenciando en nuestra manera de ser, sentir y pensar, constituyéndose en una<br />

nuevacultura, que para algunos puede parecer una cultura sin valores, por ejemplo cuando observamos<br />

Universidade Federal do Maranhão – Cidade Universitária Dom Delgado<br />

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