09.01.2016 Views

TIEMPOS

Tiempos_para_pensar_TOMO1

Tiempos_para_pensar_TOMO1

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

dalia correa guía<br />

Venezuela tenía y aún tiene una alta dependencia del petróleo. Esta<br />

situación ha originado una sociedad rentista (en términos sociológicos),<br />

en donde la renta petrolera produce, según Roberto Briceño León (1990),<br />

un fuerte adormecimiento en todas las actividades económicas internas<br />

y un desinterés en las actividades productivas, al dirigirse la atención al<br />

logro de la renta.<br />

Reafirmando este planteamiento, Alí Rodríguez Araque (2014) expresa<br />

que el manejo de la industria petrolera en el país generó un Estado con<br />

un doble carácter: terrateniente y capitalista a la vez, que condujo a la<br />

“formación del más poderoso capitalismo de Estado conocido en el<br />

hemisferio occidental”. En ese mismo orden de ideas, plantea que el capitalismo<br />

venezolano no es lo pudiéramos comprender como un<br />

“capitalismo normal”. Afirma que:<br />

En el caso de Venezuela, en el proceso de acumulación, el componente nacional,<br />

comparado con la magnitud del componente rentista del ingreso petrolero, resulta<br />

muy inferior. Éste es un ingreso que no ha sido generado, en su mayor proporción,<br />

por el desarrollo de las fuerzas productivas nacionales, del capital y el trabajo. Tal<br />

ingreso es el fruto del ejercicio del monopolio de la propiedad nacional, administrada<br />

por el Estado, que impone una contribución por el derecho a acceder a<br />

los yacimientos petroleros, no importa si se trata de una empresa privada o si se<br />

trata de una empresa pública. Esa contribución está representada por las regalías<br />

e impuestos petroleros que no son fruto ni del capital, ni del trabajo, son renta de<br />

la tierra (p. 15).<br />

Los venezolanos y las venezolanas, en general, tienen dificultad para<br />

imaginar un sistema económico productivo, ya que no lo han conocido.<br />

La preferencia por el consumo sobre la producción ha sido una constante<br />

y ha traído, en consecuencia, una disminución de los trabajos productivos y<br />

un incremento de los improductivos, incremento de las importaciones<br />

y de los gastos y un aumento real en los niveles generales de consumo de<br />

la mayoría de la población.<br />

Más grave aún, no sólo hablamos de un capitalismo rentista, sino de<br />

una cultura rentista, que entroniza valores que nada tienen que ver con<br />

la posibilidad de construir un modelo ecosocialista. Avanzar hacia allá<br />

implica un esfuerzo sostenido y colectivo que impulse el desarrollo de las<br />

fuerzas productivas nacionales, comenzando, como lo alerta Rodríguez<br />

Araque (2014, p.17), “por la potenciación del factor trabajo, que no es<br />

otra cosa que la potenciación de la capacidad creadora de todo nuestro<br />

pueblo, de su nutrición, de su educación, de su conocimiento, de su<br />

conciencia, expresada en un nuevo sistema de valores, en una nueva<br />

ética social”.<br />

Todo este panorama ha sido fuente para que unos cuantos y unas<br />

cuantas venezolanas hayamos advertido, desde hace por lo menos 35 años,<br />

345

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!