Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

presentados. El problema lo ponen de manifiesto las conferencias de las
cámaras de comercio de los principales países europeos entre 1905 y
1906. Para entonces, sólo Italia, Francia y Bélgica contaban con
organizaciones nacionales para controlar las exposiciones. Por tanto, era
necesario establecer ciertas reglas del juego. En 1912, el gobierno alemán
toma la iniciativa de convocar a los gobiernos interesados, con la
intención de buscar un entendimiento entre ellos. En la Conferencia
Diplomática de Berlín se asientan las bases de una convención
internacional (Féderation des comités permanents d’expositions) que
regiría las exposiciones internacionales, pero todo queda en suspenso con
la llegada de la Primera Guerra Mundial. No será hasta 1928, por
iniciativa de Francia, cuando veintitrés países acepten firmar un acuerdo
para la creación de la Oficina Internacional de Exposiciones (Bureau
Internacional des Expositions, BIE) 257 para controlar la frecuencia, la
duración y la calidad.
La BIE define desde 1933 hasta 1976 dos tipos de exposiciones. La
primera, conocida como “Exposición Universal” o general, que incluye
exposición general de “primera categoría”, en la que cada país tiene que
construir su propio pabellón, y de “segunda categoría”, en la que el país
anfitrión y organizador de la exposición construye los pabellones
participantes. La segunda tipología de exposición, conocida como
“Exposición Especializada” o “Internacional”, es de menor concurrencia.
Para este último caso es el país organizador el que construye los
pabellones de los visitantes. Ahora bien, antes de la creación de la BIE no
hay leyes internacionales, ni organismo alguno, que permita establecer
cierta clasificación. Como las exposiciones analizadas en este trabajo se
extienden de 1887 a 1929, no es posible seguir para su descripción una
clasificación cerrada, por lo que, al ser anteriores a la BIE, se trazará un
marco a modo de introducción sobre las exposiciones. Los aspectos
específicos de cada una de ellas exposiciones se irán desarrollando en los
próximos capítulos.
España también siguió la moda de las exposiciones de sus vecinos
europeos y organizó unas pocas muestras, pero su repercusión a nivel
europeo fue menor que la de los otros países, ya que la mayoría de los
acontecimientos que se celebraron en el país fueron “nacionales” o
“sectoriales”. El retraso industrial de España y los episodios que sacuden
la historia desde 1850 hasta 1929 merman su proyección internacional.
Con el nombre específico de “Exposición Universal”, los acontecimientos
celebrados en el país han sido bastante limitados hasta el momento. Sólo
257 La mayoría de las informaciones referidas aquí están ampliamente detalladas
en: http://www.bie-París.org (consulta: 2/04/2007).
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