Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

museo se convertirá en el Museo de la Francia de Ultramar, que contará,
además de otras secciones, con un área dedicada al exotismo y otra a
colecciones de objetos etnográficos. Dos años más tarde, tras otra
exposición colonial celebrada ese mismo año, y a propósito de ésta, se
inaugura en el Palacio Chaillot el Museo del Hombre, que integró las
colecciones etnográficas procedentes de gabinetes de curiosidades y
colecciones reales francesas y en donde, en definitiva, se concentraron las
principales colecciones etnográficas del país. Algunos de los objetos que
fueron encumbrados por los artistas modernos de la vanguardia se
trasladaron a otros museos, como el Louvre, pasando así a ser piezas “de
calidad” o modelos del arte universal tal y como avanzamos al principio.
Finalmente, debemos mencionar que la ausencia de celebraciones de
exposiciones universales o coloniales durante la Primera Guerra Mundial
(1914-1918) parece que debería haber provocado un abandono respecto de
la recepción de objetos. Nada más lejos. Irónicamente, la dislocación que
causó la Gran Guerra estimuló los intercambios entre la vanguardia
artística y otros centros cosmopolitas. Así, la celebración de los soirées
nègres organizados por el poeta Tristan Tzara, a los cuales nos referimos
al hablar del caso del primitivismo, fue crucial para el movimiento de
ideas y el tráfico de objetos, sobre todo africanos, desde el campo Dada en
París a Nueva York o a Zúrich.
En el período de entreguerras (c. 1918-c. 1940) se produjo una ideología
ambivalente, entre lo espiritual y lo estilístico, alrededor de estos objetos
coloniales llegados a Europa. Una red interdisciplinaria de pensadores
envolvió el estudio y la promoción del arte primitivo y las culturas que se
desarrollaron entre Europa y norte de América, con estetas como Henri
Clouzot y André Level en París, 92 Carl Einstein en Alemania, 93 Roger Fry
en Londres 94 y Marius de Zayas en Nueva York. 95 En Francia el
contexto fue más amplio; los disidentes surrealistas George Bataille y
Michel Leiris acudían a las conferencias del etnólogo Marcel Mauss y
92 Los dos autores publican el libro L’Art Nègre et l’Art Oceanien en 1919, y las
revistas Les Arts à París y Cahiers d’art aportan una nueva conciencia sobre el
arte africano. Citado en ARCHER-STRAW, Petrine, Negrophilia, Avant-garde in
París: Black Culture in the 1920’s, Londres: Thames and Hudson, 2000, p. 60.
93 El etnólogo Carl Einstein colabora con el coleccionista Henri Kahnweiler en
la publicación Negerplastik, Leipzig, 1915. Citado en ibíd. p. 60 y nota 10, p.
191.
94 Roger Fry, autor de “Negro sculpture” en Vision and design, Londres, 1921,
mantiene contacto muy estrecho con los escultores Henri Moore y Jacob Epstein.
Citado en ibíd., p. 60 y nota 13, p. 191.
95 Marius de Zayas expone los trabajos de artistas dadaístas y surrealistas
acompañados de esculturas tribales en 1916. Citado en ibíd., p. 60 y nota 14, p.
191.
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