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Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

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Las joyas y los objetos suntuarios de culturas no europeas en posesión de<br />

Felipe II y heredadas de su padre, Carlos V, también parece que fueron<br />

cuantiosos, la mayoría procedentes de las Indias, como por ejemplo: “un<br />

animal a manera de gato de piedra jaspeada donde los indios molían sus<br />

agrios y salsas, vasijas rituales, ramos de plumas de papagayos, vestidos<br />

de los indios, y zapatos de mujer chinos, figurillas de marfil de la misma<br />

procedencia, seis caracolas de nácar, un caracol grande de la India,<br />

etc.”, 115 lo que sitúa de nuevo a “lo exótico” en un lugar preeminente de<br />

los albores del coleccionismo de objetos en España. Por otra parte, la<br />

presencia de objetos insólitos y procedentes de territorios no europeos en<br />

las colecciones sobre las que nos hemos venido refiriendo aporta un<br />

elemento definitorio para conformar a un particular una reconocida<br />

colección; este hecho nos permitiría afirmar que la presencia de objetos no<br />

europeos permite definir las Wunderkammer del viejo continente. Este<br />

argumento también accede a mostrar en un incipiente estadio lo que será,<br />

tres siglos después, la exhibición de objetos en las exposiciones<br />

universales europeas. Lo occidental volverá a necesitar, una vez más, de<br />

lo no occidental para poder definirse, por lo que los objetos exóticos serán<br />

de nuevo definitorios, aunque con la importante diferencia de que, a<br />

finales del siglo XIX, serán mostrados para el gran público.<br />

Tal y como ya se introdujo, en los años finales del siglo XVI y los<br />

primeros del XVII las cámaras de las maravillas hacen su aparición en<br />

España. La ciudad de Sevilla era entonces uno de los lugares donde mayor<br />

número de museos y colecciones 116 podían contemplarse. En Madrid,<br />

destaca la figura de Antonio Pérez cuya colección “sorprende por su<br />

cantidad, calidad y temática” 117 . Otros hombres importantes de la época,<br />

como Diego Hurtado de Mendoza, el conde de Guimerá, y el príncipe de<br />

Esquilache y Vincencio Juan de Lastanosa, poseían en sus particulares<br />

colecciones ídolos de oro precolombinos, 118 lo que denota, además del<br />

115 MORÁN, Miguel y CHECA, Fernando, El coleccionismo en España, Madrid:<br />

Cátedra, Ensayos de Arte, 1985, p. 120.<br />

116 “El doctor Juan Torres poseía colecciones de antigüedades y un verdadero<br />

tesoro de libros y curiosidades […] Francisco Medina poseía un ‘riquísimo<br />

museo’ de estampas, pinturas originales y monedas antiguas, así como Luciano<br />

Negrón, Gonzalo Martel, Francisco Esquivel, el duque de Medina Sidonia y el<br />

Marqués de Zahara”, referido en MORÁN, Miguel y CHECA, Fernando, El<br />

coleccionismo en España, Madrid: Cátedra, Ensayos de Arte, 1985, p. 153.<br />

117 Véase DELAFORCE, Angela. de la “The collection of Antonio Pérez,<br />

Secretary of State to Philip II”, Londres, The Burlingtong Magazine, nº957,<br />

diciembre de 1982, pp. 742-753.<br />

118 Mencionado en MORÁN, Miguel y CHECA, Fernando, El coleccionismo en<br />

España, Madrid: Cátedra, Ensayos de Arte, 1985, p.137.<br />

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