Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

13. “Una tribu senegalesa en Montjuich” por José de la Peña Martos.
Transcripción del artículo reproducido en Barcelona, Diario Oficial de la
Exposición de Barcelona, n º 29, 28 de septiembre de 1929, p. 8. [el
destacado es nuestro]
La tribu senegalesa que se ofrece como espectáculo exótico en el Parque de
Atracciones de la Exposición, tiene, más que nada, el interés de su autenticidad.
Cuando entramos, no sin recelos, en su feudo, vemos a los senegaleses, siguiendo
su costumbre tradicional, sentados sobre esteras, fumando, prestando oídos a
historias de aventuras cuyos narradores sucédense por turno. Un viejo de mirada
atónita, explica, subrayando las palabra, los ritos bárbaros de la Danza del
Diablo; un parsi, barrigón y pomposo, con un sombrero en forma de
embudo, habla de los ladrones que le embriagaron una vez para sustraerle el
dinero.
Sin interrupción, cuentan episodios dramáticos, acentuados con gestos y gritos,
no ocurriéndosele a nadie, por otra parte, poner en duda su veracidad.
Lo extraño es el gesto de perplejos que ponen al oir las historias, ellos que no han
retrocedido ante el peligro de las grandes batidas, y saben el modo de
despistar al tigre, al leopardo y al jabalí, a los que luego persiguen para
aumentar sus hazañas no teniendo a veces sino una rama de árbol donde reposar y
algunos dátiles salvajes para engañar el hambre.
Pero la tribu de senegaleses del Parque de Atracciones, es casi, una tribu
civilizada. A un negrito le preguntamos por el Jefe. Se queda vacilando.Al
enseñarle una moneda, los ojos le centellean y se le aclara la memoria.
Pocos minutos tenemos que esperar al Jefe. Es un senegalés de porte altivo,
presencia majestuosa y extraña indumentaria. Los senegaleses, como los tuaregs
están dividos en castas-la de los nobles entre los cuales se eligen los jefes, la de
los vasallos y la de los sirvientes, todos de origen negro-.Cada tribu de vasallos se
halla bajo la protección de una de nobles a quién paga tributo y provee de
guerreros cuando es necesario. Las mujeres ocupan una posición privilegiada y
gozan de una indepedencia grande. Desechando la costumbre árabe, llevan el
rostro descubierto.
-¿A qué parte del Senegal pertenecen ustedes?- le preguntamos al Jefe Abdón
Karim Gueye, después de decirle porqué se lo preguntamos.
-Al Senegal francés.
-¿Cómo hicieron el viaje a Barcelona?
Sus ojos grandes y sombríos de color, están fijos sobre nosotros. Sus ojos hablan
por él. Es la suya una mirada atenta, felina, angustiosa.
-De Dakar a San Luis. En San Luis embarcamos para Francia, y de París venimos
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