Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

de uno de los primeros acontecimientos, después de la Exposición
Universal de París de 1878, en los que se exhiben los primeros villages
indigènes y de la Exposición Colonial de Amsterdam de 1883, que
también contó con exhibición de personas. Estos tres casos de exhibición
de personas, dentro del contexto de una exposición en la que el hecho
expositivo se acompaña de otros edificios dedicados a otros propósitos,
contrastan con otros modelos aislados y conocidos como “zoos
humanos”. 244
Se entiende por “zoo humano” un tipo de exhibición etnológica “viva”
que se desarrolla en Europa y América a partir del hecho colonial y que se
prolongará hasta aproximadamente 1930. En estos acontecimientos se
configura el discurso racial, todavía en construcción cuando se producen
las primeras muestras, que participaban de las teorías darwinistas y que
busca el lugar del hombre en el orden natural. También están relacionados
con el proceso colonial en el que el mundo occidental se veia inmerso en
aquel momento. Herederos serían, también, de las ideas naturalistas
iniciadas en el siglo de las luces, en las que se establecen jerarquías y
modos de civilización que distinguían a los diferentes grupos humanos.
Los antecedentes de los “zoos humanos” pueden reconocerse en el siglo
XVII europeo, en donde se instalan los primeros “jardines zoológicos” que
obedece al concepto de colección. Al contrario que las colecciones de los
cabinets de curiosités a las que nos referimos en el capítulo primero, se
trataba en este caso de una “colección de seres vivos”. Generalmente en
Europa, los zoos fueron espacios fijos en entornos urbanos. En cambio,
para el caso americano, se trató a menudo de muestras ambulantes.
Gracias a los viajes y el comercio marítimo con países exóticos, al igual
que sucedió para el caso de los objetos, se pudo dotar de “ejemplares” a
estos zoos. Las personas exhibidas eran, normalmente, consideradas casos
“raros” en la cosmopolita Europa. Sin embargo este carácter “diferente”
era lo que la hacía atractiva. El interés científico del siglo de las luces
parece ser la primera motivación para la ejecución de los “zoos humanos”,
aunque los coleccionistas de objetos y animales exóticos pueden datarse,
tal y como se apuntó en el primer capítulo, desde el Renacimiento, así
como también las “muestras” de personas presentadas a la Corona
española a partir del descubrimiento de América o el caso de René de
Anjou en el siglo XV, que contaba con “turcos, bárbaros y negros” en su
corte. En el siglo XVI el cardenal Hipólito de Médicis entretenía a su corte
244 Esta expresión viene utilizándose desde 2002 a raíz de la publicación de un
libro titulado Zoos humains (2002), que dirige Nicolas Bancel y que recoge
artículos de diferentes autores referidos a la exhibición de personas. La
exposición del caso de España en este libro es muy reducida, tanto que
únicamente comparte un capítulo con el caso de Italia.
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