Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

Con esta afirmación todo el que llevara tatuaje era comparado con los
indígenas y se le atribuía el hecho de “insensibilidad física”, lo que
conduciría al individuo a una moral laxa y a convertirse en un delincuente.
Por otra parte, en línea con el fanatismo y la delincuencia, cabe aclarar
que en las primeras colecciones de objetos y en algunas muestras
etnológicas llegarán a confundirse muchos artefactos de uso diario de los
indígenas con objetos para la tortura o la antropofagia, o bien los objetos
dedicados a la guerra serán los que se destaquen para atraer la atención del
público, tal y como veremos en el capítulo quinto en el Palacio de
Misiones de 1929. Además, durante la Vanguardia artística europea se
llegarán a considerar a los objetos primitivos como depositarios de una
cierta magia o superstición de carácter sobrenatural en la búsqueda del
Homo espiritualis, 48 por lo que la presencia de los objetos primitivos
podría acercarse al misterio e, incluso, a todo tipo de connotaciones de
carácter oscuro.
En la época del imperialismo europeo la reproducción de los indígenas
como salvajes llegará a ser habitual en los países occidentales y su
presencia en la propaganda más populista permitirá desarrollar una clara
“patriotería”. En la era del colonialismo la cultura popular se convierte en
un elemento de propaganda política mezclada, a su vez, con sentimientos
nacionalistas. 49 La imagen del nativo que se reproducía por esta causa era
la del “enemigo cruel” y se escogía, generalmente, un guerrero. Este
indígena se representaba desnudo o con un taparrabos, con largas lanzas,
provisto de escudo y pinturas o decoraciones para la lucha. 50 El soldado
europeo, en cambio, se representaba vestido con su uniforme inmaculado
y completo, acompañado de todo su armamento y en una actitud serena.
El contraste entre el guerrero indígena, sencillamente “descontrolado”, y
el soldado europeo sereno ante la amenaza establecía una dicotomía entre
el salvaje y el civilizado. Por otra parte, en los últimos veinticinco años
del siglo XIX y fruto del comercio con las nuevas colonias, también
empezaron a surgir en publicidad anuncios de gente de color: jabón, ron,
48 William Rubin sugiere que Picasso, además de los aspectos antropomorfos,
toma de las máscaras expuestas en el Trocadero un tipo de inspiración que le hace
pensar en términos de “exorcismo”, “intercesión” y “magia”, dotando así a esta
obra de una especie de carácter revelador y convirtiendo al primitivismo en una
síntesis entre el objeto primitivo y el carácter transgresor occidental más
moderno. Véase RUBIN, William, “Picasso” en Primitivism in XXth century art,
Nueva York: MOMA, 1985, pp. 241-343.
49 Para ampliar el aspecto del Otro desde el punto de vista bélico, véase
PIETERSE NEVERDEEN, Jan, “Colonialism and Western popular culture” en
White on black, pp. 76-101.
50 Véase imagen 2 de guerrero masai en el apéndice documental.
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