Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

organicen, a ejemplo del ya organizado por S. S. Pío XI en el Lateranense,
Museos etnológicos-misionales. 533
pero, aunque parece que hubo intentos de realización de este museo a la
clausura de la Exposición, 534 el proyecto no se llevó a cabo finalmente.
Lo más probable es que los acontecimientos políticos contrarios a la
presencia de la Iglesia en la vida política del país que se sucedieron en los
años siguientes, así como las elecciones municipales o la proclamación de
la Segunda República en abril de 1931, dificultaron su consolidación.
Al Palacio de las Misiones se accedía por un pórtico coronado por el
escudo pontifical que daba acceso a un gran vestíbulo central. 535 Presidía
el espacio del vestíbulo, bajo la cúpula, una gran estatua de “Jesucristo rey
de las naciones” que estaba a su vez rodeada por otras cuatro esculturas: el
jesuita san Francisco Javier, el dominico san Luis de Beltrán, el beato
franciscano Ramon Llull y el agustino Andrés de Urdaneta. Según el
catálogo ilustrado, estos misioneros españoles representan la
533 “Vida Religiosa. El Congreso Nacional de Misiones Barcelona del 22 al 29 de
Septiembre”, Barcelona, La Vanguardia, domingo 30 de junio de 1929, p. 14.
534 “Se acordó igualmente solicitar de las entidades expositoras contribuyeran
con una parte de los objetos que debían retirarse desde el día siguiente del Palacio
de Misiones para constituir un incipiente Museo Etnológico-Misional [...] el 15 de
julio, los miembros de la Junta de la Semana de Misionología, acompañados de la
Comisión Ejecutiva de la Exposición, en audiencia concedida por el Ilmo. Sr.
Obispo de la Diócesis, le expusieron el plan completo de la Asociación y del
Museo [...] Inmediatamente circuló una comunicación a los Superiores Mayores
de las Corporaciones Misioneras solicitando su cooperación [...] Se han dado
muchos pasos y realizado infinidad de gestiones cerca de los miembros del
Consistorio barcelonés para lograr la cesión del Palacio de las Misiones. [...] Para
el caso que se logre el local apetecido, se cuenta ya con muy importantes
ofrecimientos de entidades misioneras que podrán constituir el primer núcleo del
suspirado museo. Con él se habría alcanzado la perfecta semejanza entre la
Exposición Vaticana y la de Barcelona. El Museo de San Juan de Letrán fue el
fruto permanente de aquélla, como el Etnológico-Misional lo será, Dios mediante,
de la nuestra” BISBAL, L. M., “La herencia de la Exposición Misional”, Revista
de la Exposición Misional, n º17, enero de 1930, pp. 851-853.
535 Varias fuentes coinciden en la descripción del pabellón: “El Palacio de las
Misiones en la Exposición de Barcelona”, Barcelona, Misiones católicas, revista
de familias, septiembre de 1929, p.170; “Exposición de objetos para las
misiones”, Barcelona, Revista de la Exposición Misional Española, noviembre
1928, pp.91-93; “Introducción”, Catálogo ilustrado de los objetos expuestos en
el Palacio de las misiones, Exposición misional. Exposición de Barcelona, 1929,
sin paginar.
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