Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

sentencia en el hecho de que en el río había bastantes peces para todos, y en que
la abundancia de su pesca era debido a la casualidad. Pero el querellante no se dio
por vencido y encarándose de nuevo con el gran juez le dijo:
“-¡Oh, jefe poderoso! Se me olvidó decirte que ese hombre también había
pescado en la parte del río que está reservado para ti… ¿quién va a combatir la
injusticia, si vacila el que debe aniquilar el mal? El bien que hagas a otro, te lo
harán a ti. Eres fuerte y poderoso. Eres violento y codicioso. Se aleja de ti la
compasión. Cuando el rostro del timonel mira hacia delante, el barco marcha por
donde quiere… sirve de refugio a los necesitados… que sea firme tu dique…que
sea justa tu lengua. No te extravíes. No mientas. Vigila. Castiga al culpable.
Castiga a quien debes castigar. No vaciles, pues eres quien lleva el timón, no
debes robar pues debes de perseguir al ladrón. Si velas tu faz frente al perverso,
¿Quién impedirá la injusticia?
“El honorable juez se levantó de un salto, dando un alarido de furor. Cortó una
rama verde de tamarindo, y azotó con ella todos los miembros del acusado y
luego le quitó los peces.”
“El acusado se puso a llorar con gritos de dolor.
“-No grites tanto- le dijo el “gran juez”.
“-Me pegas, me sacas lo mío y quieres además quitar de mi boca la queja. ¡Oh,
señor, devuelveme lo mío y no gritaré!.
Abdón Karim Gueye, guarda silencio
-¿Nada más?
- y le impuso un mes de cárcel.
-Un poco excesivo nos parece. Pero en fin, es justicia Senegalesa. Hablemos de
otra cosa.
-¿Qué le parece usted la Exposición?
-Me gusta mucho…Es muy grande para Barcelona… no he visto nada
comparable…
-¿Vienen muchas personas al aduar?
-No muchas.
-¿Estáis satisfechos?
-Sí estamos satisfechos.
-Barcelona, ¿le ha gustado?
-Tiene calles muy bonitas…por ahora sólo he ido dos veces a la ciudad…
El ruido de las zambombas, monótono y persistente, nos obliga a levantar la voz
para poder oírnos.
-¿lee usted?
-Bastante.
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